Dentro de las explicaciones que dio del porqué la agresión a Daniel Cataño, la persona que lo hizo descartó el odio como un motivo. ¿Y entonces?
Alejandro Montenegro atendió a los medios de comunicación 4 días después de lo sucedido en el estadio Manuel Murillo Toro. Allí se metió en el campo de juego y agredió a Daniel Cataño cuando iba a empezar el compromiso. A partir de eso se suspendió el partido y es ahora cuando ha decidido hablar. Lo hizo en entrevista en Mañanas Blu (Blu Radio) y allí dejó algunas impresiones dentro de las cuales descartó el odio hacia el futbolista que hace un año, jugando para Deportes Tolima, falló un penalti en la final de la Liga BetPlay. Esa acción le ha significado la desaprobación de varios aficionados del elenco tolimense.
Lo que dijo Alejandro Montenegro de lo sucedido con Daniel Cataño
– “Me dejé llevar por las provocaciones que hace Daniel Cataño hacia las tribunas y, sin medir las consecuencias, salté las vallas de seguridad. Él hace todo tipo de gestos hacia la tribuna (…) Sí hubo gestos de provocación, las cámaras no lo alcanzan a grabar”.
– “No odio a Daniel Cataño, en ningún momento. Nunca lo he dicho. Odiar a una persona es algo extremo. No lo odio. Él fue un futbolista que de pronto cometió un error como futbolista (errar el penalti en la final) que lo puede cometer cualquiera (…). El tema es la forma de ser de Daniel. Un error lo comete cualquiera, pero nosotros somos hinchas, pagamos una boleta. Hombre, mérmele también contra nosotros. Contra la hinchada en general porque no soy yo. Son muchos los que se sienten dolidos con Daniel (…). Días después de la final, Tolima juega contra Flamengo en Ibagué. Ese día Daniel ingresa y todo el estadio se para a aplaudirlo”.
– “En el mismo momento en que el policía me va sacando de frente por la tribuna oriental dije: ‘miércoles…’”.
– “El tema es aceptar todos los errores. No podemos limpiar a una persona y a la otra le dañamos la imagen. En ningún momento me estoy salvando de culpas (…) En el momento es algo que pasa, es algo inexplicable, yo mismo siento cabeza y digo: qué fue lo que pasó”.