Es una historia imperdible, que el mismo Juan Pablo contó en la serie “Embajadores de un sueño”, disponible en MILLOS TV. Un recuento de su carrera, empezando en los días jugando con su hermano y sus padres, hasta el arribo a Millonarios para convertirse en un referente de la afición. Campeón de Copa, Liga y va por más. ¡Ya renovó contrato!
Juan Pablo Vargas y sus inicios junto a su padre
“Me acuerdo que mi papá hizo una cancha pequeña en la casa y jugábamos 2 contra 2. Siempre lo esperábamos después del trabajo para jugar todas las tardes. Él había llevado a mi hermano mayor a entrenar a LD Alajuelense. Él es arquero y cuando era mi turno, cuando tenía 7 años, también me llevó. Estuve desde los 8 hasta los 21”.
La llegada de LD Alajuelense y el debut
“Me acuerdo que cuando ascendieron, el equipo era tricampeón. No fue campeón un torneo y volvió a hacerlo. Era un equipo muy competitivo. Era muy difícil debutar en ese momento (…). El último torneo con Alajuelense fue raro. A mí se me acababa el contrato. Yo jugué 3 partidos. No jugué más ese torneo y luego estuve en la final. No me lo esperaba. Siempre me preparé bien. Perdimos la final, se me acerca el gerente del Club Sport Herediano y me dice que me quiere tener en el equipo. Le idea era no llegar enseguida sino que me fuera a préstamo un año. Lo hice en Belén, siendo titular en los dos torneos. Ahora sí llegué a Herediano. Estuve un año, con dos finales perdidas, pero creo que ese torneo me ayudó muchísimo”.
El torneo con la selección de Costa Rica por el que llamó la atención en Colombia
“Con la selección olímpica de Costa Rica fuimos a Barranquilla a jugar los Centroamericanos y del Caribe en 2018. Yo era uno de los refuerzos de la selección olímpica porque ya tenía 23 años. Cuando terminamos e íbamos de regreso, el entrenador Marcelo Herrera me dice que me quería un equipo en Colombia. Obviamente mi ilusión era salir, seguir escalando. Yo, motivadísimo y con la ilusión de que fuera verdad. Estaba interesado y cuando llego a Costa Rica, a los dos días el gerente de Herediano me llama y me habla de la opción de Deportes Tolima, que era el campeón. Acepté casi que sin pensarlo. Lo que uno quiere es aspirar a más. Quería ser parte de la selección nacional más seguido y más fuerte. En Costa Rica iba a costar un poco más. El 3 de agosto llegué a Colombia para quedarme por varios años”.
¡Y la llegada a Millonarios!
«Se me había acabado el préstamo en Tolima y no quería volver a Costa Rica. Me acuerdo que no estaba siendo tomado en cuenta y un día, cuando se sabía que Gamero iba a Millonarios, hay un partido en el que quedo afuera de lista. El equipo iba a viajar y empieza a salir la noticia de que el profe me quiere en Millonarios. Los compañeros no entendían porque yo no jugaba y cómo él me pedía para un equipo más grande. Yo me decía, ‘qué raro es el fútbol y qué cosas tiene que a veces no se entienden’. Mi papá siempre me dijo: ‘Usted entrene bien que usted no sabe quién lo está viendo ni para quién trabaja’».
