Él es la persona que con su mano derecha tocó la frente de Maradona, mientras que el pulgar de su mano izquierda, arriba, daba una cierta señal de “satisfacción”, acto condenable en Argentina. Una falta de respeto que nadie dejó pasar por alto. Pidieron explicaciones, buscaron el paradero de los responsables y en la funeraria pagaron las consecuencias quienes tenían conocimiento de lo sucedido.
Esa falta de respeto por parte de Molina generó también una serie de amenazas públicas en redes sociales. Desde las expresadas por las barras bravas de diferentes equipos, hasta las afirmaciones del abogado de Maradona, Matías Morla, quien prometió hacerles pagar a los responsables de “semejante acto de cobardía”.
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De acuerdo con la versión publicada en el Diario Olé, Diego Molina se presentó en la Comisaría Vecinal 15ª en compañía de su abogada. Allí tomaron sus datos de contacto fue dejado libre, como parte del proceso que ya se adelanta contra él.
Se habían dicho que Molina, preocupado por la situación, huyó de la ciudad. Hasta se insinuó que ya había sido capturado por las barras que lo estaban buscando para hacerle pagar por su cuenta porque faltó el respeto del ídolo y sus seres queridos.
Por otra parte, una de las personas que también se tomó una fotografía junto al féretro de Maradona, Claudio Fernández, entregó su versión de lo sucedido también. Arrepentido, explicó que “Si vos ves la foto, justo levanté la cabeza porque me dijeron: ‘Flaco’. Fue algo instantáneo. Soy de las personas que no piensan en sacar fotos con féretros y fallecidos, por respeto. Jamás pensé que lo iban a subir o pasar a un grupo”.
