Ahora que están en boga los errores individuales en el Deportes Tolima tal vez sea exagerado atribuirle alguna culpabilidad en el gol del Flamengo.
No la pasa bien el cuadro Pijao. Domínguez tuvo un día de perros en la final de ida contra Nacional -muchos le atribuyen culpa en el golazo de Yerson Candelo-. Cuando regresa a la titular, contra Flamengo, recibe otro trallazo.
Justo cuando el Pijao hacía mejor las cosas, al menos desde su propuesta colectiva, el rival toma la ventaja con el recurso de la media distancia. Andreas Pereira soltó el teledirigido. ¿Y Domínguez? Imposible llegar ahí, ya sea él, Cuesta, el que sea. Un balón inatajable.
Más bien, si algo debe entrar en el terreno de los reproches sea la ausencia de presión en zona de rebotes. Tolima la pasa mal, de nuevo contra la corriente. Cuando llega, falla en la estocada. Otro punto para mejorar.