En Colombia existe una disposición legal que puede evitar que pagues de más cada vez que usas un parqueadero. Aunque lleva años vigente, todavía es desconocida para muchos conductores y se encuentra en el Estatuto del Consumidor (Ley 1480 de 2011). Esta norma obliga a los prestadores del servicio a informar de manera clara, visible y anticipada el valor de las tarifas. Si no lo hacen, el cobro podría ser considerado ilegal.
El objetivo es simple: que el usuario sepa desde el principio cuánto le costará el servicio, sin sorpresas ni valores escondidos. Esto incluye tarifas por minuto, por hora, tarifas diarias o cualquier recargo especial. Así, el conductor puede decidir si le conviene o no dejar su vehículo allí antes de ingresar.
Información visible y anticipada: un requisito obligatorio para los parqueaderos en Colombia
El Estatuto del Consumidor es enfático en que la información debe ser completa, veraz, transparente, oportuna, comprensible y verificable. En el caso de los parqueaderos, esto significa que el tarifario debe estar ubicado en un punto visible -generalmente en la entrada- y con un formato legible para cualquier persona.
No basta con poner un aviso en letras pequeñas o en un lugar poco accesible: la ley exige que el usuario pueda ver y entender la tarifa antes de usar el servicio. Si esto no ocurre, el cobro podría considerarse abusivo.
Señales de un cobro indebido
Para detectar posibles abusos en los cobros de un parqueadero, el conductor debe fijarse en aspectos clave:
- Ubicación del tarifario: debe estar a la vista desde antes de ingresar el vehículo.
- Claridad de la información: el tarifario debe especificar valores por minuto, fracción, hora y tarifa plena diaria.
- Condiciones especiales: cualquier recargo por festivos, horario nocturno o eventos debe indicarse previamente.
Si la información aparece solo después de que el vehículo está adentro o en el momento de pagar, el usuario puede alegar que no tuvo la oportunidad de conocer el precio de forma anticipada.
Qué hacer si intentan cobrarte de más en un parqueadero en Colombia
Cuando un parqueadero cobra un valor que no fue informado de forma visible y previa, el conductor puede:
- Pedir la corrección del cobro en el momento, explicando que no se cumplió la obligación legal de mostrar tarifas.
- Guardar evidencia, como fotos del lugar donde debería estar la información y del recibo entregado.
- Presentar un reclamo ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), que puede sancionar a los infractores.
Este procedimiento es fundamental para que la ley se cumpla y los prestadores del servicio respeten los derechos de los consumidores.
Cómo beneficia esta ley a los conductores colombianos
Más allá de evitar pagar de más, esta norma fomenta la transparencia en el mercado y genera confianza entre los usuarios. Cuando un parqueadero cumple con la ley, el cliente puede comparar precios y tomar decisiones informadas.
La medida también previene cobros desproporcionados por pocos minutos adicionales, la aplicación de tarifas diarias sin previo aviso o recargos por condiciones especiales que no fueron comunicados.
El deber de los administradores de parqueaderos
Para evitar sanciones y cumplir con la ley, los administradores de parqueaderos deben:
- Colocar avisos claros y visibles con las tarifas.
- Usar tipografía grande y legible.
- Incluir todos los valores y condiciones en el tarifario.
- Emitir recibos detallados con hora de ingreso, hora de salida, valor unitario y total.
Cumplir con estas prácticas no solo es una obligación legal, sino también una manera de mejorar la experiencia del cliente y diferenciarse de la competencia.
Conocer la ley para pagar lo justo
Aunque la Ley 1480 de 2011 lleva más de una década en vigor, su aplicación en parqueaderos sigue siendo deficiente en muchos lugares de Colombia. Por eso, conocerla y exigir su cumplimiento es clave para evitar cobros abusivos.
En un país donde estacionar es parte del día a día para millones de personas, esta información puede marcar la diferencia entre pagar lo justo o ser víctima de un cobro injustificado. Con un simple hábito -verificar el tarifario antes de dejar el vehículo- puedes ahorrarte dinero y hacer valer tus derechos como consumidor.