Por primera vez el DT de Millonarios habló públicamente de aquel cáncer de próstata y la bacteria que pusieron en riesgo su vida. En charla con NOTICIAS RCN, Miguel Russo tuvo un conmovedor relato.
Cuando dirigía a Millonarios en el último tramo de la que sería la estrella 15 en la historia del club, Miguel Russo ya peleaba silenciosamente con un cáncer de próstata. “Fui un restaurante en Bogotá y oriné oscuro”, relató como el principio de todo.
Ni siquiera eso lo alejó de la posibilidad de dirigir a Millonarios. Siguió fuerte y logró darle el título al equipo. Después sí se encargó de su salud. Fue operado con éxito pero luego lo aquejó una bacteria que, según cuenta, le fue más difícil soportar que el mismo cáncer.
“Sufrí algo que no está en los planes de nadie. Fue la infección de una bacteria. Me costó más eso que toda la operación. Nunca me di por vencido y siempre estuve vivo”, relató un Miguel Russo que luego dio otra frase para el recuerdo y que sirve como ejemplo.
“No me puedo morir por una bacteria, no es justo con todo lo que anduve y lo que me faltaba por vivir. ¿Cómo me va a matar algo que no puedo ni ver?”, se decía el DT de Millonarios a sí mismo. Luchó y ganó. Hace varios meses que está de nuevo al frente del plantel albiazul.
Ya le dio un par de títulos al equipo y va por más. Nunca se olvidará de esto: “El oncólogo no entendía cómo estaba parado jugando una final dos días después de una quimio”. Así fue. Lo hizo y por eso no se rinde. Nunca lo hará.
