La victoria de Atlético Nacional en Pasto reafirma el buen momento del equipo bajo la dirección de Efraín Juárez, además de una mentalidad de resiliencia y compromiso que ha caracterizado su gestión.
Con 5 triunfos en 7 partidos, el equipo ha demostrado una evolución notable y las palabras del DT dejan claro que, más allá de los resultados, lo que lo llena de orgullo es la actitud de sus jugadores. “Lo más fácil era venirse abajo… pero fuimos por el partido y al final tuvimos el resultado”, dijo tras lo sucedido en Pasto cuando se recibió el empate. Esta declaración encapsula la filosofía de Juárez: un equipo que no se rinde, que sigue luchando sin importar las circunstancias.
La mentalidad ganadora que imprime Efraín Juárez
En un fútbol donde las emociones muchas veces se desbordan con cada victoria o derrota, Juárez aporta una visión madura y balanceada. A pesar de los triunfos, mantiene los pies en la tierra: «Ni cuando se gana somos los mejores ni cuando se pierde somos los peores». Este enfoque permite entender que, si bien el equipo atraviesa un buen momento, el proceso aún está en desarrollo.
El fútbol es así, un camino de constantes aprendizajes y ajustes. Él entiende y transmite que el éxito no puede cegarte ni la derrota desmotivarte. Es en la capacidad de corregir y mejorar donde se construyen los grandes equipos, y Atlético Nacional, con el mexicano como DT, parece ir en esa dirección.
La capacidad de Efraín Juárez para guiar al equipo en este proceso de crecimiento ha sido clave. Su enfoque busca resultados inmediatos y se centra en forjar una identidad de equipo resistente, capaz de levantarse ante la adversidad. El triunfo en Pasto es prueba de ello, un equipo que, pese a las dificultades, encontró la manera de sobreponerse y buscar la victoria. Esa mentalidad ganadora, pero sin perder de vista las áreas de mejora, habla de un equipo en construcción, consciente de que cada partido es una oportunidad para avanzar.
La declaración de Efraín Juárez en Pasto
“Orgulloso por mi equipo, por mi escuadra porque más allá del 1-1 nunca bajó los brazos. Lo más fácil era venirse abajo, victimizarse, pero fuimos por el partido y al final tuvimos el resultado. Hay que corregir. Vamos paso a paso, esto es un proceso. Ni cuando se gana somos los mejores ni cuando se pierde somos los peores. Hay cosas muy buenas y otras que debemos seguir corrigiendo. Obviamente se corrige mejor cuando se gana”.
