El primer clásico bogotano de los cuadrangulares semifinales dejó mucho más que un resultado. La victoria 0-1 de Millonarios en El Campín no solo significó un golpe deportivo para Santa Fe, también abrió un fuerte debate alrededor del arbitraje. Jorge Bava, entrenador del equipo cardenal, habló con la serenidad que lo caracteriza, pero sus palabras transmitieron incomodidad.
El entrenador de Santa Fe no hizo escándalo ni apuntó directamente contra el juez Carlos Ortega, pero dejó frases que dejaron claro que sintió que el arbitraje tuvo peso en el desarrollo del partido. «No me gusta hablar del árbitro cuando pierdo, pero si me hacen la pregunta es porque algo pasó», dijo en rueda de prensa. Fue un mensaje de bronca contenida, con respeto, pero con intención.
Dos jugadas, dos llamados del VAR y la polémica con Carlos Ortega en el clásico bogotano
El arbitraje de Carlos Ortega quedó en el centro de la conversación por dos jugadas específicas. La primera fue al minuto 1: Andrés Llinás golpeó con el codo en la nuca a Daniel Torres. Ortega mostró tarjeta amarilla y fue llamado por el VAR para revisar una posible expulsión. Luego de ver la repetición, el juez ratificó su decisión inicial.
La segunda jugada fue aún más caliente. En el último suspiro del partido, tras un despeje de Luis Marimón dentro del área, el balón rebotó en su pierna y luego tocó su brazo. El VAR intervino nuevamente, Ortega fue al monitor, observó la acción y decidió no sancionar penalti. Ambas decisiones generaron inconformidad en Santa Fe y encendieron la discusión en medios y redes sociales.
El mensaje de Bava: prudencia con señales de molestia
Luego del clásico capitalino, Bava enfrentó las preguntas de la prensa con calma, pero sin ocultar su frustración. Aunque evitó centrarse exclusivamente en las decisiones arbitrales, sí reconoció que hubo acciones que marcaron el curso del partido y que merecen ser revisadas.
La respuesta del DT cuando le hablaron del tema fue: “No me gusta hablar del arbitraje, menos cuando nos toca perder. Pero sí me hacen la mención evidentemente, hubo situaciones que ameritan la pregunta. Influyó, seguramente. Si no, no me lo estarían preguntando. Pero bueno, me lo guardo y a juntar bronca. Son situaciones de juego que no aseguran el resultado, pero obviamente inclinan el desenlace del partido. Espero verlo más fríamente. Estoy convencido que si me hacen la pregunta, es porque hubo algo”. Un discurso sereno, pero con una carga de inconformidad evidente.
Jorge Bava: “Me lo guardo y a juntar bronca”
Una de las frases más fuertes que dejó Jorge Bava tras el partido fue breve, pero contundente. Ante la insistencia sobre el tema arbitral, el técnico respondió: “Me lo guardo y a juntar bronca”. Fue una expresión que resumió la mezcla de impotencia, incomodidad y frustración que dejó el resultado.
El DT evitó cargar contra el árbitro directamente, pero dejó en claro que su análisis interno no será indulgente. Sabe que el fútbol da revanchas y prefiere enfocar la rabia en lo que viene, pero no disimuló su malestar. Para los hinchas, sus palabras fueron un reflejo de lo que sintieron en la tribuna: que el resultado estuvo condicionado por decisiones discutibles.
Un clásico con tensión y reclamos
Más allá del gol de Radamel Falcao y el planteamiento táctico de los dos equipos, el clásico bogotano se jugó con tensión desde el minuto uno. Cada acción, cada falta, cada tarjeta, estuvo cargada de nervio. Carlos Ortega, uno de los árbitros más experimentados del país, terminó como uno de los protagonistas involuntarios del duelo.
La reacción de Bava, sin insultos ni acusaciones directas, elevó el tono del debate sin necesidad de escándalos. Dejó la polémica servida para el análisis postpartido, con la autoridad de quien se siente perjudicado, pero sabe que debe seguir adelante con lo que viene.
Santa Fe buscará reaccionar con fútbol
Aunque el resultado dejó sabor amargo, el camino en los cuadrangulares apenas comienza. Jorge Bava es consciente de que su equipo debe mejorar, más allá del arbitraje. Su enfoque, tras procesar la bronca, será volver al trabajo y corregir lo que esté en sus manos para los próximos encuentros.
La derrota ante Millonarios fue dolorosa por lo que significa un clásico, pero también porque dejó la sensación de que el equipo pudo haber conseguido más. El mensaje de Bava, firme pero mesurado, es el reflejo de una inconformidad que buscará canalizar desde el juego. Porque si algo dejó claro el DT, es que Santa Fe no se va a rendir.