En medio del desarrollo del campeonato 2025-I de la Liga BetPlay, una jugada que parecía anecdótica se convirtió en motivo de reglamentación. Se trata de la acción en la que un jugador, con el balón dominado, decide pararse sobre él como gesto de pausa, confianza o provocación (según se quiera interpretar). A raíz de varios episodios recientes, la Comisión Arbitral de la Federación Colombiana de Fútbol habría decidido sancionar este tipo de conductas.
La advertencia ya se aplicó en cancha. En el clásico capitalino entre Millonarios y Santa Fe, Neyser Villarreal fue amonestado tras realizar esta acción. Y todo indica que los árbitros ahora tienen la instrucción directa de castigarla con tarjeta amarilla e infracción indirecta. La medida está generando reacciones encontradas y abre un debate sobre los límites del reglamento y la expresión dentro del juego.
La jugada de Neyser Villarreal que encendió la discusión en El Campín
Minuto 75 del clásico capitalino. Millonarios ganaba 2-0 cuando Neyser Villarreal, con el balón bajo control en el costado suroccidental del campo, decidió pararse sobre él durante un par de segundos. La escena generó de inmediato una reacción en cadena: Hugo Rodallega recorrió varios metros para increparlo y el árbitro José Ortiz le mostró la amarilla. A la escena se sumaron otros jugadores de Santa Fe, mientras que futbolistas de Millonarios, incluido Álvaro Montero, intervinieron para proteger a su compañero.
La jugada no fue nueva. Durante este mismo semestre, Francisco Chaverra del Independiente Medellín ya lo había hecho en 3 partidos: ante Millonarios, Envigado y Atlético Nacional. En la última de esas ocasiones hubo sanción disciplinaria, también con tarjeta amarilla.
La Comisión Arbitral y la aplicación de la Ley 12
Según el exárbitro y analista arbitral José Borda, la Comisión Arbitral de la FCF ordenó a los árbitros sancionar la jugada bajo el criterio de “conducta antideportiva”. En palabras del propio Borda, la indicación fue clara: “Jugador que realice la conducta antideportiva de pararse en el balón debe ser castigado con amarilla e indirecto”.
Esta interpretación se basa en la Ley 12 del reglamento de juego, que contempla sanciones por faltas y conductas incorrectas. Uno de sus apartes establece que debe sancionarse toda acción que “muestre falta de respeto al espíritu del fútbol”. Es en ese punto donde se fundamenta la decisión, entendiendo que el gesto de pararse en el balón puede interpretarse como provocador o humillante hacia el rival.
¿Provocación o expresión del juego?
La decisión genera opiniones encontradas. Para algunos, es un gesto innecesario que incita a la confrontación y rompe con el espíritu deportivo. Para otros, es una forma válida de expresión dentro del fútbol, que no debe ser limitada si no representa violencia ni agresión directa. La línea entre lo provocador y lo creativo es, como muchas veces, subjetiva.
Mientras tanto, la medida ya estaría en marcha. La jugada que parecía una anécdota puntual se transformó en criterio arbitral. Y con ello, el debate queda abierto en el fútbol colombiano: ¿hasta dónde debe llegar el reglamento para regular comportamientos que no alteran directamente el desarrollo del juego, pero sí influyen en el clima emocional del partido?