Francisco Fydriszewski, conocido cariñosamente como el “Polaco”, vive su mejor momento desde que llegó al DIM. Tras meses de sequía y cuestionamientos, el delantero argentino encontró el camino del gol y se ha convertido en uno de los nombres más importantes para Alejandro Restrepo en la Liga BetPlay.
Hoy, con 7 goles en 29 partidos, el “Polaco” no solo responde con anotaciones decisivas, sino que también encarna una historia de resiliencia y trabajo que lo ha llevado a ganarse el respeto de la hinchada y de sus compañeros.
Un inicio cargado de presión en su historia con el DIM
El camino del “Polaco” en el DIM no fue sencillo. Durante sus primeros 15 partidos, el arco le fue esquivo y las críticas no tardaron en aparecer. Sin embargo, su esfuerzo en cada partido y su compromiso en los entrenamientos fueron factores clave para que Alejandro Restrepo lo mantuviera como titular, confiando en que el gol llegaría.
Ese momento esperado finalmente ocurrió en su partido número 16, nada menos que ante América de Cali en los cuadrangulares. Ese tanto no solo significó el fin de la sequía, sino también el comienzo de una etapa completamente distinta para el delantero.
Fydriszewski en el DIM: trabajo, resistencia y mentalidad
En entrevista con Caracol Radio, Fydriszewski contó cómo vivió esos meses sin goles y cómo logró darle la vuelta a la situación: “Es un momento complicado cuando pasan esas sequías. Fueron más de 11 fechas sin convertir gol y fue duro. Pero mi cabeza y mi profesionalismo es trabajar, resistir y estar preparado para el momento que toque. Lo pude demostrar porque la gente en ningún momento me ha mostrado su malestar, me han aplaudido igual. Ven el sacrificio que hago, pero el delantero vive del gol y por suerte se está abriendo el arco”.
Esa mentalidad le permitió transformar la presión en motivación. Lejos de bajar los brazos, siguió preparándose y aprovechó la oportunidad cuando el equipo lo necesitó.
La racha que cambió su historia en el Poderoso
El gol ante América marcó el inicio de una racha que cambió la percepción del hincha y del propio equipo sobre el “Polaco”. Cerró el primer semestre con 3 anotaciones y en el segundo ya suma 4 en apenas 7 partidos, incluidos dobletes contra Envigado y Deportivo Pasto.
Su aporte no solo se mide en goles: su movilidad, sacrificio y capacidad para generar espacios han potenciado el ataque del DIM, que ahora luce más dinámico y peligroso.
Confianza y respaldo del cuerpo técnico
Alejandro Restrepo ha sido fundamental en este proceso. Incluso cuando los goles no llegaban, el técnico mantuvo su respaldo, valorando el esfuerzo táctico y físico que ofrecía el delantero. Esa confianza se ha visto recompensada con un jugador que hoy responde en los momentos importantes y aporta liderazgo en el frente ofensivo.
El “Polaco” se ha convertido en una pieza clave dentro del esquema del DIM, y su buen presente permite al equipo soñar con objetivos mayores tanto en la Liga como en la Copa BetPlay.
La hinchada, un motor clave en el Poderoso
Uno de los factores más importantes en esta transformación ha sido el apoyo de la hinchada. A pesar de la sequía inicial, los aficionados reconocieron siempre el sacrificio del argentino y le brindaron respaldo desde las tribunas.
Ahora, con los goles llegando con mayor frecuencia, la relación se ha fortalecido. Cada anotación se celebra como una reivindicación colectiva, en la que el esfuerzo del delantero y la paciencia de los hinchas se convierten en una sola voz en el Atanasio.
Un futuro prometedor en la Liga BetPlay
El presente de Fydriszewski ilusiona al entorno del DIM. Con 7 goles en su cuenta y un rendimiento en ascenso, el “Polaco” apunta a seguir siendo determinante en el camino del equipo hacia los objetivos del semestre. La Liga BetPlay y la Copa BetPlay lo tendrán como protagonista en los partidos decisivos que se avecinan.
El delantero argentino ha demostrado que con trabajo, mentalidad y compromiso, la presión puede convertirse en combustible para brillar. Hoy, el DIM disfruta de un “Polaco” renovado, capaz de liderar el ataque y de responder en los momentos que más lo necesita el equipo.