El nombre de Gustavo Leonardo Cuéllar Gallego volvió a sacudir el entorno del Deportivo Cali. Este jueves, el mediocampista de 33 años confirmó públicamente que sí existieron contactos reales con el club Azucarero y que incluso recibió una propuesta formal que calificó como atractiva, reavivando la ilusión de los hinchas que sueñan con el regreso de uno de los canteranos más representativos de la última década.
La revelación se dio en diálogo con la periodista Estefanía Gómez, a quien el futbolista le habló con total franqueza sobre el interés del Cali, su situación contractual en Brasil y las dificultades reales que existen para que el retorno se concrete en este momento.
El interés del Cali es real y la propuesta fue concreta
Cuéllar no esquivó el tema y confirmó que ya hubo conversaciones directas con la nueva dirigencia verdiblanca, dejando claro que no se trató solo de un sondeo informal.
«Sí, sí hubo acercamientos y diálogos; hablé con uno de los nuevos dueños del equipo y la propuesta fue realmente muy buena; la verdad es que entre mis compromisos en Brasil y ahora mi descanso en Cali, no he tenido mucho tiempo de analizar en detalle el ofrecimiento, pero sí puedo confirmar que hubo contactos y muy buenos», aseguró Cuéllar en la entrevista con Estefanía Gómez.
La noticia tomó por sorpresa a buena parte de la hinchada, no por el deseo de verlo regresar —algo que siempre ha estado latente—, sino por el momento en el que el club decidió avanzar con una propuesta concreta, en medio de un proceso profundo de reconstrucción institucional y deportiva.
El contrato en Brasil, el principal obstáculo
Pese a la ilusión que despertaron sus palabras, el propio Cuéllar se encargó de bajar las expectativas y poner el escenario en contexto. El volante explicó que su situación contractual con Grêmio hace que un regreso inmediato sea complejo.
«Me encantaría regresar al Deportivo Cali y es algo que hace parte de mis propósitos, no sé si ahora o dentro de un año; lo cierto es que en este momento es difícil porque me queda un año más de contrato en Grêmio y es un vínculo que no es fácil deshacer en este momento», sentenció el mediocampista.
Actualmente, Cuéllar tiene contrato vigente en Brasil hasta el 31 de diciembre de 2026, y el club de Porto Alegre tiene tasados sus derechos deportivos en 2,5 millones de dólares, cifra que debería asumir cualquier institución que pretenda liberarlo de manera anticipada.
Este escenario hace pensar que, más allá del interés mutuo, el regreso del ‘Vikingo’ podría darse en un segundo momento, cuando finalice su vínculo y quede en condición de agente libre, una opción mucho más viable para el Cali en términos financieros.
Un canterano que marcó época en Pance
Hablar de Gustavo Cuéllar es hablar de identidad, carácter y sentido de pertenencia. El volante debutó profesionalmente con el Deportivo Cali en 2009 y defendió la camiseta verdiblanca durante siete temporadas, convirtiéndose en uno de los referentes de la cantera en el mediocampo.
Su estilo aguerrido, su temple en la primera línea de volantes y su liderazgo natural generaron una conexión especial con la hinchada, que siempre lo identificó como un jugador que “sentía la camiseta”. Tras su salida del club, tuvo un breve paso por Junior de Barranquilla y luego consolidó su carrera internacional en Arabia Saudita y Brasil.
Además, Cuéllar hizo parte del proceso de la Selección Colombia en distintas categorías y disputó dos Copas América con la absoluta, en 2019 y 2021, experiencia que hoy le da un peso especial como posible líder dentro de cualquier proyecto deportivo.
Un perfil que encaja en el nuevo proyecto del Cali
El Deportivo Cali atraviesa una etapa de renovación total. Con nuevos dueños, ingreso de capital fresco y el respaldo pleno al entrenador Alberto Gamero, la institución apunta a que 2026 marque el renacer definitivo tras varios años de irregularidad deportiva y crisis financiera.
En ese contexto, Cuéllar aparece como un perfil ideal: liderazgo, experiencia internacional, voz de mando y un profundo conocimiento de la casa. Son justamente esas cualidades las que Gamero busca imprimirle a una plantilla joven que necesita referentes fuertes dentro y fuera del campo.
Por ahora, el deseo existe y los contactos están confirmados. El regreso no parece sencillo en el corto plazo, pero la puerta quedó abierta y el mensaje fue claro: el sueño de volver a Pance sigue vivo.
