Las tensiones internas entre Tulio Gómez y su hija Marcela Gómez Giraldo han generado fuertes repercusiones en el presente deportivo del América de Cali. Sus posturas encontradas respecto a la continuidad de técnicos y fichajes habrían influido directamente en la inestabilidad del club, provocando molestia en los hinchas escarlatas.
La salida de Jorge Da Silva y el primer quiebre
El uruguayo Jorge Da Silva decidió no continuar al frente del equipo tras percibir la falta de consenso en la directiva. Tulio había sostenido que “a los técnicos los mantienen los resultados”, mientras que Marcela defendía la permanencia del entrenador.
“Yo no me voy a prestar para manoseos. No encontré un ambiente acorde para seguir trabajando”, dijo ‘El Polilla’ en su despedida, asegurando además que no tenía “ningún contacto” con Tulio Gómez.
La apuesta fallida con Gabriel Raimondi
Tras la salida de Da Silva, el máximo accionista tenía adelantado el fichaje de Juan Cruz Real, pero la presidenta optó por contratar a Gabriel Raimondi. La apuesta, inspirada en el caso exitoso de Atlético Nacional con Efraín Juárez, resultó un fracaso: el argentino no tenía experiencia y fue despedido apenas mes y medio después tras una mala campaña.
Lucas González y el cruce en redes sociales
El caso de Lucas González también mostró la fractura entre Tulio y Marcela. La presidenta rescindió el contrato del DT bogotano apenas tres días antes del inicio de la Liga.
Tiempo después, Tulio publicó en su cuenta de X:
“Ante los comentarios malévolos y dañinos sobre nuestro exDT Lucas González, quiero aclarar que durante su período dirigiendo al América de Cali demostró profesionalismo y honorabilidad. Las diferencias conceptuales no lo descalifican como persona. Las puertas están abiertas si en un futuro nuestros conceptos se alinean”.La respuesta de Marcela no se hizo esperar al respecto:
“Lamento desmentirlo, Don Tulio, pero en la presidencia anterior un empresario estaba en todos los entrenamientos y era muy cercano a él, cosa que cambió cuando yo llegué a Cascajal. Que yo me trague los sapos, no quiere decir que no hayan pasado cosas”.
David González y los errores de planificación
Otro episodio que reflejó las diferencias fue la llegada de David González, técnico que no puede dirigir en la raya ni ingresar a los camerinos por normativa de la Liga, al haber estado vinculado previamente con otro club durante el mismo campeonato. Esta decisión evidenció la falta de coordinación en la gestión del América de Cali, en un momento en que el equipo requería soluciones urgentes.
En ese sentido, para reemplazar a Raimondi el máximo accionista quería un entrenador más veterano y de carácter, pero sobre todo que pudiera dirigir desde la raya. Marcela Gómez, la presidenta, finalmente impuso su voluntad contratando al joven entrenador David González Giraldo.
El regreso de Adrián Ramos y el descontento en la hinchada
Entre las decisiones cuestionadas también se encuentra el retorno de Adrián Ramos. Pese a ser ídolo histórico, llegó tras un periodo de retiro y con bajo estado físico. Los aficionados ya lo critican porque en la cancha se le nota falto de forma y lejos de su mejor nivel, reflejando otra apuesta que no dio los frutos esperados. Antes de inscribir a Ramos como agente libre, trascendió que hubo marcadas diferencias al respecto entre padre e hija.
Harold Lozano llama a la calma
La situación generó múltiples reacciones. “A veces las cosas pasan por algo. Se deben hacer cambios estructurales, tanto en el equipo como en la parte de los directivos”, dijo Harold Lozano em diálogo con el diario El País de Cali.
“Tengo muy buenas relaciones con toda la gente del América, con don Tulio y Marcela. América no puede perder tiempo y seguir así como está. En estos momentos difíciles la hinchada debe apoyar. Se necesitan decisiones asertivas, la gente no espera más”, concluyó el exjugador de América de Cali, campeón con el club en 1992.