Piense en toda la situación, sin sacarle un ápice al contexto.
Usted, llevando a su equipo como puede. Un plantel limitado porque es lo que hay y a eso le apostó. Jugar en una liga mezquina en talento, abundante en dinero. Igual, era eso o perderse del mapa y decirle adiós a la Selección.
Van y le hacen una falta tan fuerte, que el rival tenía claro por quién iba. ¡Era por usted! El balón no importa. El objetivo era derribarlo.
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Como puede, se reincorpora. ¿Qué se hace? Pedir la roja al rival. Bueno, quizás se excedió en el reclamo, pero van y le muestran amarilla, en lugar de echar a quien lo arrolló.
Eso, con todo el respeto, irrita.
James lo vivió. Tal vez, y es lo que uno debería censurar, es su reacción tras la amonestación. No lo hizo de la forma correcta. Además, intercambió manotazos y de su boca salieron expresiones de todo tipo. Manoteó al árbitro.
Después de la roja, aplaudió (ironía que le puede salir costosa).
¿Qué hubiese hecho en una situación así?
¿Defiende a James Rodríguez por su expulsión?
— Futbolete #Clubdelbuenhincha (@futbolete) October 30, 2021