La historia de este calzado es bien particular. La versión que más se ajusta y es aceptada en muchas lugares indica que Puma habría hecho algo fuera de lo acordado con adidas. Las dos marcas hicieron un compromiso previo al Mundial de México 1970.
El acuerdo consistía en que ninguna de las dos compañías, cuyos propietarios son hermanos, no suministrarían guayos a ningún jugador. Sin embargo, Puma pasó por encima de este pacto, ofreciéndole a Pelé 25.000 dólares, que era un dineral para la época, solamente por el Mundial. Luego le garantizarían 100 mil dólares por los siguientes 4 años. Así mismo, tenía un 10% de comisión en ventas, si el legendario crack usaba los botines Puma King.
Un modelo exclusivo, que el jugador brasilero utilizó durante aquella copa del mundo. Por si fuera poco, Puma implementó otra estrategia, bastante creativa y que consistía en lo siguiente: Antes de comenzar cualquier partido debía agacharse para amarrar sus botines y de esta forma las cámaras enfocarían todo lo que hacía, beneficiando a los guayos. Una de las ideas más conocidas en la lucha por las ventas cuando se trata de patrocinios por este estilo.
Puma, con sus Puma King, marcó toda una tendencia. Unos botines que también pasaron por Maradona, Eusebio y Cruyff. ¿Qué joven de la época no los hubiese querido como regalo? Es como si ahora Messi, Cristiano y Mbappé jugarán con el mismo calzado.
Hoy, las Puma King son todo un objeto de reverencia y referencia. Ocupan un lugar bastante especial en los recuentos sobre los guayos más importantes de la historia.
