Después de la derrota del Poderoso en Bogotá a manos de Millonarios, rondan especulaciones en referencia al despido de David González de la dirección técnica de Independiente Medellín.
La crisis de resultados que vive el Rojo tiene a los aficionados y la prensa con los nervios alterados.
Por tal motivo, desde el momento en que el juez pitó el final del partido en el que Millos remontó y venció 2 a 1 al Poderoso, empezaron a circular versiones en redes sociales sobre la posible salida de David González del equipo.
Son gajes del oficio, es parte del trabajo de un director técnico. La montaña rusa de los resultados, la inmediatez del fútbol de hoy y los conductos especiales del fútbol, único trabajo en el mundo en el que el trabajador es más importante que el jefe, llevan a estas especulaciones cuando un equipo entra en mala racha.
La del Medellín es preocupante, son cuatro partidos consecutivos con tres empates y una derrota. En tres de esos cuatro encuentros el Poderoso ha tenido la ventaja y ha recibido goles en los últimos cinco minutos para perder la ventaja.
El juego que ofrece el equipo tampoco invita al optimismo. El Rojo es un equipo plano, sin alternativas de ataque, con un bloque bajo dedicado a defender y buscar una contra o un balón parado para resolver.
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Sin embargo la Junta Directiva de Independiente Medellín y su Presidente tienen muy claro que el proceso que inició apenas el año pasado y que ha llevado al equipo a una final de la Liga y a la clasificación a la fase de grupos de la Copa Libertadores es el indicado y el trabajo de David no corre peligro.
Las conjeturas que hablan de la salida del técnico del equipo carecen de fundamento. David no tiene que trabajar con la preocupación de estar en riesgo de ser despedido, al menos no por el momento.
