Fue tanta la calentura de James Rodríguez, que uno de sus manotazos dio en el árbitro. Sus compañeros trataron de calmarlo y él, molesto, empujó más fuerte.
Luego, la roja. Ya tenía amarilla y el juez esta vez no se la perdonó. Lo sacó del partido. Cuando todos creían que hasta allí llegó la molestia, James siguió. Fue hasta donde el árbitro. Irónico, lo aplaudió.
Después, en una clara demostración de la furia que invadía sus pensamientos, James Rodríguez se quitó la camiseta. Corriendo, se metió en el camerino. No era el final esperado para el volante colombiano, cuyo fútbol por chispazos aún sigue lejos de aquel gran jugador que en su momento peleaba titular en el Bayern, Real Madrid o hasta el mismo Everton.
¿Por qué inició la bronca de James?
A decir verdad, algo de razón tuvo. James fue a la disputa de un balón dividido y le dieron con todo. Cayó fuerte, adolorido. El árbitro no obró de la forma en que se esperaba. Eso fue lo que molestó al colombiano.
🇨🇴 James Rodriguez just got destroyed by a defender .. and he got 2 yellow cards for yelling at the referee and got sent off @bylka613_ @QFootLive 😳😳 pic.twitter.com/G0jyqEScWX
— 🇩🇿⚽️ (@footdzvideo) October 30, 2021