Néyder Moreno es uno de los jugadores fijos en la titular de Atlético Nacional con William Amaral. Es uno de los que menos críticas recibe en la actualidad, a pesar del mal momento.
Tiene un caso bien particular; desde se conoció que finalizaba su préstamo en Santa Fe y que debía regresa a Nacional (dueño de su pase), la hinchada Verdolaga lo resistió bastante. Ahora es uno de los que más sobresale.
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En las últimas horas habló ‘El colombiano’ y allí contó, dentro de los mas destacado, lo que sintió al volver, su opinión sobre la diferencia entra la hinchada con las directivas del Verdolaga y una anécdota que pocos conocen y tiene que ver con un trágico accidente que tuvo cuando era niño.
La entrevista a Néyder Moreno (El Colombiano)
Regreso a Nacional: “Sabía que a mitad de año me tocaba presentarme de nuevo, me dije que si tenía la oportunidad de quedarme lo iba a hacer con todo el amor del mundo, iba a luchar por quedarme en Nacional y ganarme un puesto, por el momento las cosas van bien, pero toca seguir trabajando para que sigan mejorando”.
Antes no figuraba en Nacional “Un factor primordial es la confianza, faltó un poco más, también de oportunidad. En lo personal era muy novato cuando llegué de Envigado, todo eso influyó, pero el ir a Santa Fe me ayudó mucho. La época con el profe Osorio me enseñó mucho, aprendí mucho de él, es un técnico muy estudiado, muy conocedor del fútbol y el paso por Santa Fe, con continuidad, me ayudó a crecer mucho”.
El accidente de niño: “Tenía 8 meses y sufrí un accidente, mi mamá estaba trabajando y mis abuelos sí estaban. Mi tía salió de la casa y me dejó la puerta de seguridad abierta entonces yo salí detrás en el caminador y me tropecé, rodé por unas escalas que recién estaban construyendo y me enterré un clavo en el cráneo, por el lado de la cabeza del clavo. Cuando me llevaron a urgencias y me estaban limpiando la sangre la gaza se enredaba en algo y los doctores descubrieron el clavo incrustado en la cabeza en una resonancia. Me dijeron que un milímetro más, para cualquier lado, y ese día hubiera fallecido. Me he hecho todos los controles y hasta hoy, que tengo 26 años, secuelas no hay”.
División entre la hinchada y directivas: “Es un tema complejo y ojalá puedan dialogar y organizar, nosotros estamos en el medio y simplemente nos dedicamos a trabajar. Nos toca dejarlo a un lado, seguir compitiendo, trabajando. Nunca vamos a querer perder un partido, pero el fútbol es así, a veces se pierde, otras se gana, te levantas al siguiente día, entrenas, mejoras y vuelves a competir. Ojalá arreglen las diferencias y vivamos la fiesta como se debe, que todos echemos para el mismo lado”.
El futuro: “Mi sueño es vestir la camiseta de la Selección Colombia, toca trabajar duro para llegar a eso. Cambié mucho mi forma de pensar y trabajar y creo que el fútbol me va a recompensar tarde que temprano”.