En el choque de ida ante Sao Paulo en Medellín, Edwin Cardona protagonizó uno de los momentos más comentados de la semana en la Copa Libertadores: falló dos penales en un mismo partido. Más allá de la estadística y el impacto inmediato en el marcador, la situación dejó una sensación clara: el volante antioqueño cargará con una presión especial para el compromiso de vuelta en el estadio Morumbí. Y ahí es donde entra en juego el liderazgo del entrenador argentino, Javier Gandolfi.
Si bien Cardona es el cobrador oficial de Atlético Nacional, lo sucedido en el Atanasio Girardot lo dejó sobrecargado de responsabilidad y tensión emocional como para insistir en él como ejecutante en una nueva ocasión. Después del partido, lejos de mostrar autocrítica, el mediocampista se enfocó en resaltar su personalidad y carácter para asumir este tipo de retos, lo que deja entrever que, si la situación se repite, querrá volver a cobrar.
El momento de liderazgo del entrenador
En este punto, el papel del entrenador se vuelve fundamental. Javier Gandolfi debe asumir el control absoluto de la situación y definir desde ya qué sucederá si el Verdolaga recibe otra pena máxima en el duelo del próximo martes 19 de agosto en Brasil. La decisión no puede dejarse al azar ni al impulso del momento: es una situación que exige cabeza fría y planificación.
Lo más sano sería delegar la ejecución en otro jugador con mayor frescura mental. Errar un penal le puede pasar a cualquiera, pero hoy, en lo anímico, cualquier otro futbolista distinto a Cardona estaría en mejores condiciones para resolver favorablemente.
Cómo canalizar la revancha de Cardona
Cardona tiene carácter, talento y liderazgo, pero la mejor manera de despertar su espíritu de revancha no es exponiéndolo otra vez a un lanzamiento desde el punto penal. Gandolfi podría potenciar su aporte desde otras virtudes: su gran pegada de media y larga distancia, su precisión en los tiros libres y su capacidad para filtrar pases que dejen a los delanteros de cara al gol. Ese enfoque le permitiría marcar diferencia sin añadirle una presión innecesaria.
Definir la lista de ejecutantes
En los entrenamientos previos, el DT y su cuerpo técnico deberían establecer de antemano el orden de los cobradores, contemplando opciones como Juan Bauzá, Marino Hinestroza, Marlos Moreno, Alfredo Morelos o Facundo Batista, según quiénes estén en el campo en ese momento. La regla de “patea el que mejor se sienta” puede funcionar en torneos informales, pero no en una Copa Libertadores, donde lo deportivo y lo económico están en juego.
Los cuerpos técnicos modernos cuentan con múltiples asistentes y áreas de análisis, por lo que no hay justificación para dejar este tipo de decisiones al calor del momento. Además, devengan salarios muy altos, razón por lo cual lo mínimo que se espera de ellos es que asuman responsabilidades y toma de decisiones.
Pensando en una posible definición por penales
La serie entre Atlético Nacional y Sao Paulo está igualada, por lo que no sería descabellado que el pase a los cuartos de final se defina desde el punto penal. Ese escenario también debe estar trabajado con ejecutantes claros y previamente ensayados. Y, por el bien del equipo, y pensando justamente en equipo, en esta ocasión Cardona no debería estar en esa lista.