El ambiente en El Campín era de tensión desde el primer minuto. Millonarios, con un semestre para el olvido, enfrentaba a Unión Magdalena en su sexto partido de la Liga BetPlay 2025-II. El equipo que dirige David González llegó a la cancha con una racha desastrosa: cuatro derrotas y un empate, ubicado en el fondo de la tabla con apenas un punto.
La ilusión se encendió temprano con el gol que abrió el marcador (lo marcó Beckham Castro). Y luego, más allá de que la expulsión de Dilan Ortiz en Unión Magdalena, nada fue positivo para el cuadro albiazul. Con un jugador menos, el equipo visitante tomó el control del partido. Y cuando Jannenson Sarmiento marcó el 1-2 parcial, lo que sucedió desde la tribuna norte marcó un momento histórico: centenares de zapatos comenzaron a volar hacia la cancha, en una de las protestas más llamativas que recuerde el estadio.
“Pónganse en nuestros zapatos”: un mensaje cargado de simbolismo de la hinchada de Millonarios
El gesto fue tan contundente como inesperado. Los hinchas no corearon insultos ni abandonaron las gradas; en cambio, lanzaron zapatos como símbolo de su descontento. Para muchos, el mensaje era tan claro como el lema que se popularizó en redes: “Pónganse en nuestros zapatos”.
El simbolismo iba más allá de la rabia por una derrota parcial. Era la representación de una hinchada cansada de un semestre marcado por derrotas, bajo rendimiento y falta de respuestas desde el banco técnico. Un reclamo que pedía compromiso, empatía y resultados a un equipo que no logra reaccionar.
⚽ Los hinchas de Millonarios no están conformes con el momento actual del equipo y hacen sentir su inconformidad.#LALIGAxWIN pic.twitter.com/fKoCuXMzI2
— Win Sports (@WinSportsTV) August 21, 2025
Otras interpretaciones del gesto en el Campín
Aunque la lectura más popular apuntó al lema de “pónganse en nuestros zapatos”, no fue la única interpretación que circuló entre los hinchas y analistas. Algunos lo tomaron como una metáfora de abandono: así como se dejan los zapatos, muchos hinchas sienten que el equipo dejó de luchar por ellos. Incluso hubo quienes relacionaron la protesta con el desgaste acumulado entre la afición y el proyecto deportivo actual, señalando al cuerpo técnico y a la dirigencia. Al momento de hacerlo, el partido quedó en pausa. Equipos a los camerinos y la opción de retomarlo algunos minutos después.
Un ambiente que refleja la crisis deportiva en Millonarios
Lo ocurrido en la tribuna norte no puede leerse aislado. La protesta con zapatos fue la consecuencia de un semestre que, hasta ese momento, sumaba cinco derrotas parciales en seis fechas y un equipo hundido en el último lugar de la tabla. El empate posterior en el marcador no alcanzó para apagar la molestia de los hinchas, que ven cómo el rendimiento de Millonarios se desploma sin señales de mejoría.
Desde que comenzó el segundo semestre, el equipo ha mostrado fragilidad defensiva, poca claridad en ataque y una desconexión que ni los cambios tácticos ni los refuerzos han logrado corregir. Esa combinación ha llevado a un ambiente enrarecido donde cada partido parece un ultimátum y donde la relación entre hinchada y equipo está más tensa que nunca.
El significado para el futuro del equipo
El acto de lanzar zapatos no solo quedó como una postal del partido, sino como un síntoma del momento que vive el club. Para los jugadores y el cuerpo técnico, el mensaje es claro: la paciencia de la hinchada se agota y la exigencia de resultados es más fuerte que nunca.
El próximo partido podría convertirse en una prueba definitiva. La presión es máxima y el margen de error, mínimo. Más allá de lo anecdótico, el gesto en El Campín evidencia que la relación entre la hinchada y el equipo está en su punto más crítico, y que cada partido en adelante será seguido con lupa, tanto en el marcador como en el rendimiento.
Un hecho que quedará en la memoria de la Liga BetPlay
La protesta con zapatos será recordada como uno de esos momentos que trascienden el resultado de un partido. Un gesto que, más allá de la rareza, habla del vínculo emocional que une a los hinchas con Millonarios, y del nivel de frustración que provoca ver al equipo de sus amores sin reacción en la cancha.
Con el semestre en juego y un calendario cada vez más exigente, la gran pregunta que queda es si este equipo será capaz de responder a ese llamado silencioso, pero contundente, que cayó desde la tribuna norte del Campín.