El fútbol no solo se juega con los pies, también con el alma. El primer partido del DIM en los cuadrangulares fue prueba de ello. Ganaba 1-0 ante América de Cali en el Atanasio Girardot y ya se cantaba la victoria. Pero en el último suspiro del partido, un error de Washington Aguerre cambió todo. El gol del empate llegó y el arquero uruguayo terminó devastado.
Aguerre se quebró en la cancha. Se cubrió el rostro con la camiseta, dolido, abatido, sabiendo que esa jugada empañaba una noche que pudo ser redonda. Cerró su cuenta de Instagram y se guardó en silencio. Pero no estuvo solo. El DIM, su club, reaccionó con lo mejor que tiene: humanidad. Un mensaje de respaldo, amor y confianza selló una respuesta que vale más que tres puntos.
El error que le costó el triunfo al DIM ante América de Cali
Corría el minuto 90+3 en el Atanasio cuando Daniel Londoño le devolvió el balón a Aguerre. Todo parecía bajo control. El arquero quiso recibir, pero el control le falló. Luis Ramos lo presionó, y en el intento de recuperar el balón, Aguerre se barrió y lo perdió.
Rafael Carrascal aprovechó el regalo con frialdad: remate de primera y gol. Empate 1-1 cuando el DIM ya saboreaba el triunfo. La imagen de Aguerre tras la jugada fue un poema de tristeza: tirado sobre el césped, con la cabeza gacha y las manos cubriendo su cara. Un arquero con el corazón roto.
Un mensaje del DIM que vale oro: “Vamo’ arriba parcero”
El día después del pitazo final, el club decidió hablar. Pero no para señalar ni buscar excusas. Lo hizo para abrazar. Desde sus canales oficiales, el DIM publicó una imagen con un mensaje directo para su arquero: “Sabemos que lo sentís tanto como nosotros. Vamo’ arriba parcero, tenemos una historia por escribir. ¡Vamos Washi, vamos equipo!”.
Fue una declaración de valores. Una forma de decir que el equipo no solo gana y pierde unido, sino que se cuida desde adentro. Que el error no define a un jugador, y mucho menos borra su entrega ni lo que ha dado durante todo el semestre. Fue, en esencia, un acto de amor.
Un semestre de seguridad en la portería del DIM con Washington Aguerre
Aguerre ha sido el arquero titular del DIM en gran parte de la temporada. Ha disputado 17 partidos, ha dejado su arco en cero en 9 de ellos y ha demostrado carácter, reflejos y temple en partidos claves. Hasta el error ante América, solo había recibido 8 goles.
El de Carrascal fue el noveno, pero no puede borrar todo lo anterior. Sus atajadas, su liderazgo, su capacidad para guiar desde el fondo del campo han sido pilares en la campaña del equipo. Por eso el respaldo cobra tanto sentido: no es solo por una noche, es por lo que ha construido.
El silencio en las redes y el eco del cariño para el arquero del Poderoso
Después del partido, Aguerre cerró su cuenta de Instagram. Una señal clara del golpe emocional que vivió. A veces el ruido externo, las críticas y la presión se vuelven demasiado. Pero en medio de eso, el DIM levantó la voz por él.
No fue un gesto vacío. Fue un recordatorio de que detrás del arquero hay una persona, que siente, que sufre y que merece respeto. Y ese gesto tocó a los hinchas. Muchos replicaron el mensaje, otros lo completaron con palabras de aliento. En esa noche difícil, Aguerre recibió lo que más necesitaba: respaldo.
Esto también es fútbol: caerse y ser levantado
El fútbol está lleno de momentos gloriosos, pero también de caídas. Lo que define a un equipo grande no es solo cómo celebra, sino cómo reacciona cuando las cosas no salen bien. Y el DIM, en esa noche amarga, demostró grandeza.
No le dio la espalda a su arquero. No lo expuso ni lo silenció. Lo abrazó. Y en ese gesto está la esencia de un equipo que quiere ir por el título, pero sin olvidar que cada jugador carga emociones, miedos y sueños. Lo de Aguerre fue un error, sí. Pero lo del DIM fue una lección de humanidad.
La historia sigue, con Aguerre en el arco y el equipo más unido que nunca
El camino en los cuadrangulares apenas empieza. Faltan batallas, goles y momentos decisivos. Lo importante es que el grupo está más fuerte que nunca, y que el mensaje fue claro: Aguerre sigue siendo parte fundamental de esta historia.
Lo que pasó con América no define su temporada. Tampoco define lo que puede venir. Lo que sí quedó claro es que, pase lo que pase, Washington Aguerre tiene al DIM de su lado. Porque cuando más lo necesitó, el club lo abrazó. Y eso también es fútbol del bueno.