1-3 en Ibagué en cuadrangulares: el DIM revive un recuerdo que ilusiona a toda su hinchada

El mismo marcador ante el mismo rival vuelve a repetirse 23 años después y conecta con una historia gloriosa del club

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El festejo del Poderoso DIM en el Manuel Murillo Toro | INDEPENDIENTE MEDELLÍN

La historia tiene formas sutiles de repetirse. A veces basta con un resultado para encender una llama que estaba en espera. Y eso fue lo que sucedió con el triunfo reciente del DIM en Ibagué. Venció 1-3 a Deportes Tolima por los cuadrangulares del primer semestre de 2025 y de inmediato la memoria de su hinchada viajó a diciembre de 2002.

Ese día, hace más de dos décadas, el DIM logró una victoria fundamental en el camino hacia lo que sería su primer título después de 45 años. Ganó 1-3 en el mismo estadio y contra el mismo rival, asegurando el paso a la final en la que derrotó a Deportivo Pasto. Hoy, con un marcador idéntico y en un escenario similar, el equipo dirigido por Alejandro Restrepo ha devuelto la ilusión a su hinchada.

Ibagué, un escenario de alegría para el DIM en los cuadrangulares

El triunfo 1-3 sobre Deportes Tolima, por la segunda jornada de los cuadrangulares, no solo le permite al Medellín mantenerse en la parte alta del grupo. También es un golpe anímico para un equipo que busca volver a pelear un título tras varios años de altibajos. Los goles de Francisco Fydriszewski, Léider Berrío y Brayan León Muñiz construyeron una victoria convincente, con momentos de gran fútbol y eficacia ofensiva.

Ese resultado cobra una dimensión especial al compararse con el 1-3 conseguido el 15 de diciembre de 2002. Aquella vez, el DIM también celebró en Ibagué en plena fase de cuadrangulares, aunque en la última jornada. Esa victoria, con tantos de Tressor Moreno, Mao Molina y William Vásquez Chacón, selló el paso a la gran final. Luego, el equipo dirigido por Víctor Luna se impuso al Deportivo Pasto para coronarse campeón y romper una sequía de 45 años.

Una coincidencia que alimenta la ilusión de la afición del Poderoso

No es frecuente que se repita un marcador tan simbólico en el mismo contexto. El 1-3 en Ibagué ante Tolima se ha dado dos veces en cuadrangulares: una en 2002, cuando el DIM fue campeón, y ahora en 2025. Esa coincidencia ha encendido la imaginación de los hinchas, que ven en este dato una señal de buen augurio.

El equipo de Alejandro Restrepo ha comenzado bien su andadura en esta fase definitiva. A diferencia de aquella campaña de 2002, este triunfo llega en la segunda fecha del cuadrangular, pero el impacto anímico es igual de importante. Ganar de visitante, con autoridad y ante un rival directo, siempre es una señal de fortaleza colectiva.

Un presente con memoria y la ambición de Independiente Medellín

El DIM 2025 tiene nombres propios que ya han empezado a marcar diferencia. Francisco Fydriszewski sigue respondiendo como referente de ataque, mientras que Léider Berrío y Brayan León Muñiz aportan desequilibrio, movilidad y gol. En defensa y mediocampo, la solidez colectiva también empieza a consolidarse.

Esa combinación entre presente ilusionante e historia vibrante crea un clima especial en el entorno del club. Los hinchas recuerdan lo que significó ese título de 2002, que marcó un antes y un después en la historia reciente del Medellín. Volver a ganar en Ibagué con ese mismo marcador, en un cuadrangular, no es un dato menor. Es un guiño del pasado que acompaña un presente que promete.

La construcción de un sueño en la Liga BetPlay

Aún queda camino por recorrer en estos cuadrangulares, pero el DIM ha dejado claro que quiere ser protagonista. El resultado ante Deportes Tolima fue una demostración de carácter, ambición y juego colectivo. No es solo un marcador, es una declaración de intenciones.

Así como en 2002, cuando un equipo liderado por Mao Molina, Choronta Restrepo, David González, Luis Amaranto Perea, Andrés Orozco, Tressor Moreno, entre otros, y dirigido por Víctor Luna rompió décadas de frustración, este Independiente Medellín también quiere dejar huella. Y si el pasado sirve de inspiración, ese 1-3 en Ibagué puede ser mucho más que una estadística: puede ser el comienzo de una nueva historia para celebrar.