Después de más de un año fuera de los Cuadrangulares, el DIM regresa con fuerza a la pelea por el título. Clasificó en la octava posición del Todos contra Todos y cayó en un grupo durísimo junto a América de Cali, Deportes Tolima y Junior de Barranquilla. Aunque su camino en la primera fase fue irregular, el fútbol vistoso y ofensivo nunca desapareció, y su ingreso en la última jornada se celebró como un triunfo en sí mismo. Este es el momento del Poderoso de la Montaña, que trae argumentos muy sólidos para dar pelea.
El DIM vuelve a la gran fiesta con motivación al tope
Luego de perder la final del segundo semestre de 2023 precisamente contra Junior, el Independiente Medellín atravesó un 2024 para el olvido, quedando por fuera de los Cuadrangulares en los dos campeonatos del año. Por eso, la clasificación a esta nueva edición de la Liga BetPlay sabe a revancha y renacimiento.
Durante varias jornadas del torneo, el equipo fue protagonista: estuvo invicto y lideró el campeonato en la primera parte. Sin embargo, la falta de eficacia ofensiva fue su gran obstáculo. Ahora que aseguró el cupo en la última fecha, el impulso anímico es total. Luego de 18 meses de espera, el regreso a estas instancias despierta una energía única en jugadores, cuerpo técnico y afición, que podrían jugar con ese envión emocional como un arma poderosa frente a sus rivales.
Alejandro Restrepo no traiciona su estilo
El entrenador Alejandro Restrepo ha sido fiel a su idea desde el primer día. Incluso en los momentos más duros del campeonato, nunca renunció a su propuesta: un fútbol ofensivo, rápido y vertical, con énfasis en las bandas y presión alta en campo contrario. Restrepo se ha ganado el respeto de la hinchada no solo por esta clasificación, sino por su capacidad para mantener una identidad clara de juego.
Además, cuando ha enfrentado ausencias clave por lesiones o sanciones, el equipo no ha perdido el rumbo. La estructura táctica está tan bien asimilada que todos saben lo que deben hacer, sin importar quién salte al terreno. Esa coherencia táctica puede marcar la diferencia en unos Cuadrangulares donde no hay margen de error.
Washington Aguerre: el nuevo líder que se ganó a todos
El arquero uruguayo Washington Aguerre llegó a Medellín hace apenas cuatro meses, pero ya es uno de los líderes más importantes del grupo. Su actitud combativa y carácter ganador lo han convertido en un referente inmediato tanto dentro como fuera del campo.
A sus condiciones bajo los tres palos se suma su rol motivador, su voz de mando y su espíritu charrúa contagioso, que ha calado hondo en un vestuario que necesitaba una figura como él. La hinchada del DIM no solo lo respeta, sino que lo ha adoptado como uno de los suyos. Con Aguerre, el equipo tiene más que un arquero: tiene un símbolo de lucha y esperanza.
Francisco Chaverra, el arma inesperada que rompe moldes
En un equipo que suele destacar por su juego colectivo, Francisco Chaverra se ha convertido en una de las grandes revelaciones del campeonato. Aunque su puesto natural es de lateral izquierdo, en el sistema 3-4-3 del entrenador funge como carrilero por izquierda con una vocación ofensiva desbordante.
Ha sido desequilibrante, constante, y además ha sumado goles decisivos a su cuenta personal. Chaverra no solo da salida y amplitud, sino que también es hoy, contra todo pronóstico, la principal amenaza ofensiva del Poderoso. Un jugador con ese nivel de impacto desde un rol tan inesperado, puede cambiar partidos clave en este Cuadrangular.
El Atanasio Girardot, un hervidero cada vez que juega el DIM
Pase lo que pase, la hinchada del Medellín nunca abandona. Es una de las más leales y pasionales del país, y aunque ha sufrido derrotas durísimas en varias finales recientes, siempre está lista para volver a creer. El Atanasio Girardot, cuando se viste de rojo, se transforma en un escenario vibrante que respira fútbol en cada rincón.
El DIM es uno de los dos equipos con mejor asistencia de local en toda la Liga BetPlay, y en esta fase definitiva, ese aliento será determinante. La conexión emocional entre equipo y tribuna es un activo intangible pero poderoso, que puede marcar la diferencia cuando las piernas pesan y los partidos se definen por detalles mínimos.