Atlético Nacional activó uno de los movimientos más ruidosos del mercado: indagó condiciones por Luis Fernando Muriel. La dirigencia verdolaga, urgida por asegurar un delantero de jerarquía para 2026, abrió varios frentes mientras intenta renovar a Alfredo Morelos, operación que se ha complicado por las exigencias de Santos de Brasil, dueño de sus derechos federativos. En medio de ese contexto, surgió una gestión que sorprendió al país futbolero.
El sondeo por Muriel: una gestión tan ambiciosa como complicada
La primera acción fue clara: Nacional se comunicó con el entorno del delantero y con directivos del Orlando City, club con el que Muriel tiene contrato vigente en la MLS. La respuesta desde Estados Unidos fue inmediata y cordial, pero dejó en evidencia las dificultades de la operación.
A Muriel le queda un año de contrato y, para sacarlo antes de tiempo, el equipo que lo pretenda debe pagar una cifra cercana a 2.5 millones de dólares. Apenas ese dato ya tensiona cualquier escenario, pero no fue el único obstáculo.
Cuando el gerente deportivo del Verde, Gustavo Fermani, consultó con el representante del jugador sobre los parámetros salariales, la diferencia entre lo que gana actualmente Muriel y lo que podría recibir en Colombia resultó abismal. En palabras internas del club, fue un “choque total de realidades”.
En resumen:
- La cláusula económica es alta para el FPC.
- El salario del jugador en MLS es inasumible hoy para Nacional.
- El primer acercamiento dejó una sensación de inviabilidad inmediata.
El peso emocional: Muriel y su corazón rojiblanco
Luis Fernando Muriel, de 34 años, es uno de los delanteros colombianos más respetados de los últimos tiempos gracias a su carrera en Europa, especialmente en el fútbol italiano, y a más de una década defendiendo a la Selección Colombia.
Su historia en Colombia es llamativa. Surgió del Deportivo Cali, donde disputó apenas 11 partidos antes de emigrar al exterior, por lo que no tiene un vínculo emocional profundo con el club verdiblanco. Sin embargo, sí existe un arraigo visible con un equipo del país: Junior de Barranquilla, el club de su tierra.
Muriel ha sido visto incontables veces en el Metropolitano con la camiseta rojiblanca, apoyando al equipo. Incluso, durante sus vacaciones, suele entrenarse en la sede deportiva del Junior. Para su entorno, si un día regresara al FPC y ajustara sus pretensiones económicas, “solo sería para jugar en Junior”.
Esa lealtad, sumada a la rivalidad histórica entre Junior y Nacional, convierte la opción verdolaga casi en un imposible desde la perspectiva emocional del jugador. Aunque atendió la llamada de Nacional con respeto y habló en buenos términos sobre su situación contractual, Muriel tiene claro que sería muy complicado ver cristalizada esa opción.
Nacional no se rinde, pero entiende los tiempos
En las oficinas del Verde no dan el capítulo por cerrado. La dirigencia analiza reformular una propuesta y, si las condiciones cambian, volver a intentar un acercamiento más adelante. No obstante, son conscientes de que hoy la operación parece fuera de alcance tanto económica como emocionalmente.
Por eso, avanzan en paralelo otras gestiones.
- Con Cristian ‘Chicho’ Arango, hubo acercamientos reales, pero todo indica que firmará con Pumas UNAM.
- La renovación de Alfredo Morelos también está cuesta arriba, pues Santos solo acepta venta definitiva por 5 millones de dólares, cifra que Nacional no pagará.
La situación obliga al club a continuar explorando el mercado en busca del delantero top que exige su proyecto deportivo para 2026. La búsqueda sigue abierta y con varios escenarios en estudio.




