La permanencia de Javier Marcelo Gandolfi como entrenador de Atlético Nacional pende de un hilo. Aunque fue ratificado en su cargo tras la dolorosa eliminación ante Millonarios en la Liga BetPlay, en las últimas horas se ha conocido que la interna de la junta directiva del club está profundamente dividida. En este momento, solo el respaldo del gerente deportivo, Gustavo Fermani, mantiene en pie la continuidad del estratega argentino.
Presidente respalda el proceso, pero las dudas persisten
El presidente de la institución, Sebastián Arango Botero, declaró recientemente al diario El Colombiano de Medellín que el respaldo hacia Gandolfi es “completo, unánime y convencido”. Señaló que el proyecto necesita ajustes puntuales, pero no contempla un cambio en la dirección técnica.
Pese a estas afirmaciones públicas, en el entorno cercano del club se comenta con insistencia que la relación entre Arango Botero y Fermani se ha deteriorado en el último mes, debido a visiones opuestas sobre el rol de Gandolfi como DT. El debate no es sobre su calidad humana, que todos valoran, sino sobre su capacidad táctica, planificación de partidos y liderazgo grupal, aspectos en los que hay profundas diferencias.
Gustavo Fermani se la sigue jugando por Gandolfi
Cuando se dio la salida abrupta del mexicano Efraín Juárez, Gustavo Fermani apostó todo por Gandolfi. Fue él quien convenció al presidente de apoyarlo en esta designación, a pesar de que desde el primer momento Sebastián Arango expresó sus dudas. Consideraba que «El Cobija», con apenas dos experiencias previas en Talleres de Córdoba e Independiente del Valle, aún no tenía el recorrido suficiente para asumir un proyecto tan exigente como el de Atlético Nacional.
En ambas instituciones Gandolfi mostró momentos de buen fútbol, pero sin lograr títulos, algo que en el entorno Verdolaga es una obligación año tras año. Con el paso de las semanas, estas diferencias entre presidente y gerente se han intensificado, y ya se filtraron a la opinión pública.
Los dueños del club ya están al tanto de la fractura
Desde lo más alto del organigrama, la familia Ardila Lülle, propietaria del club, ha sugerido que esas diferencias deben resolverse y han comenzado a evaluar la posibilidad de un nuevo entrenador. Aun así, mantienen su confianza en Arango y Fermani como dupla para liderar el proyecto, lo cual agrava la necesidad de que ambos lleguen a un consenso.
Uno de los puntos más sensibles es el momento ideal para un cambio. Arango considera que el receso de mitad de año es la oportunidad perfecta para un timonazo técnico. Son tres semanas disponibles antes del arranque de la segunda parte del año en la Liga BetPlay, y existe margen para traer un nuevo entrenador que prepare al equipo para el gran reto: los Octavos de Final de la Copa Libertadores contra São Paulo, a disputarse en dos meses.
Fermani defiende a capa y espada el proceso de Gandolfi
Por su parte, Fermani defiende con firmeza la continuidad de Gandolfi. Argumenta que se ganó el derecho de seguir por haber clasificado al equipo en una zona muy exigente de la Copa Libertadores, enfrentando a Inter de Porto Alegre, Bahía SC y Nacional de Uruguay. Atlético Nacional terminó segundo del grupo, un hecho que Fermani valora profundamente, considerando que el parón de mitad de año será ideal para refrescar energías y permitirle al mismo DT continuar con el proceso.
Para el gerente deportivo, los recientes tropiezos locales y el nivel en declive del equipo en las últimas semanas son parte de un ciclo natural en todo proyecto, y, según su consideración, Gandolfi cuenta con las herramientas para superarlo.
La voz del vestuario también se hace sentir
Sin embargo, hay un tema que ha inclinado la balanza en contra del entrenador en las esferas más altas: el manejo del grupo. Varios referentes del plantel como William Tesillo, Juan Felipe Aguirre, Mateus Uribe y Edwin Cardona, han manifestado su malestar con ciertos estilos del DT en la conducción del grupo.
Se sabe que en conversaciones privadas entre jugadores y entrenador para mejorar algunas dinámicas internas, Gandolfi fue claro al decir que no modificará ciertas reglas y metodologías que ha impuesto. Esa postura inflexible no ha sido bien recibida por el vestuario y ha sembrado más dudas en la dirigencia.
Un escenario incierto a pocos días de decisiones clave
Hoy, la continuidad de Gandolfi depende exclusivamente del respaldo que le otorga Fermani, mientras que el resto de la cúpula, incluidos los dueños, consideran necesaria una transición técnica inmediata. El tiempo corre, el equipo tiene compromisos de alto nivel en el horizonte, y el Verdolaga se encuentra en una encrucijada: persistir en un proceso cuestionado o abrir un nuevo capítulo antes de que sea demasiado tarde.