El duelo entre Atlético Nacional y Fortaleza CEIF en el estadio Atanasio Girardot por la Liga BetPlay dejó un momento cargado de emociones. Emilio Aristizábal, delantero de 20 años que actualmente juega cedido en el club capitalino, anotó un golazo que silenció al público verdolaga. Lo hizo contra el equipo en el que debutó, del que es hincha y donde su padre, Víctor Hugo Aristizábal, es ídolo absoluto. Fue el noveno tanto con la camiseta de Fortaleza, pero el primero que le marcó al cuadro de sus amores.
El tanto llegó con un definición precisa, llena de clase, venciendo al arquero Harlen Castillo y puso a celebrar a su equipo visitante. Sin embargo, lo más llamativo no fue la jugada en sí, sino lo que vino después: Emilio decidió no festejar. En lugar de levantar los brazos, se llevó las manos al rostro e hizo un gesto claro de disculpas hacia la hinchada local que lo vio crecer como futbolista.
El gesto de respeto de Emilio Aristizábal en el Atanasio
El silencio de Aristizábal tras su anotación fue una muestra de respeto y agradecimiento hacia la tribuna que, en gran parte, lo considera como uno de los suyos. El atacante levantó los brazos pidiendo perdón y evitó cualquier celebración, en un acto que reflejó la conexión emocional que todavía tiene con Atlético Nacional.
Los hinchas presentes lo recibieron con aplausos tímidos y alguna ovación, entendiendo que aquel gol no fue uno más en su carrera. La escena contrastó con la alegría de sus compañeros en Fortaleza, que sí celebraron con intensidad el tanto que acercaba al equipo a un resultado histórico en Medellín.
Las palabras de Emilio Aristizábal tras el partido: ¿Un regreso a Atlético Nacional?
Al finalizar el compromiso, Emilio Aristizábal habló sobre lo que significó para él marcarle a Atlético Nacional. Reconoció que fue una situación particular, pero inevitable dentro del fútbol profesional. “Me veo volviendo. El cariño de la gente y de los jugadores está ahí. Tenemos ese sentimiento mutuo de buen compañerismo, alegría y humildad. Ahora pienso en terminar bien con Fortaleza y en diciembre tomar la decisión”, aseguró el atacante.
Con esas palabras, el hijo del máximo goleador histórico de Nacional dejó la puerta abierta para un futuro regreso. Por ahora, su mente está puesta en completar la temporada con Fortaleza CEIF, pero el mensaje es claro: hay un vínculo intacto con el club verde y la posibilidad de volver está latente.
Aristizábal, un apellido con peso en Atlético Nacional
El apellido Aristizábal pesa demasiado en la historia de Atlético Nacional. Víctor Hugo Aristizábal, padre de Emilio, es el máximo goleador en la historia del club y un referente eterno en la hinchada verdolaga. Haber crecido en ese entorno hace que cada paso de Emilio tenga un valor simbólico especial para la afición.
El joven delantero debutó en el equipo antioqueño y vivió sus primeros minutos como profesional vestido de verde. Por eso, lo sucedido en el Atanasio no pasó inadvertido: un canterano, hijo de ídolo, que pese a marcar un golazo contra su equipo, eligió honrar sus raíces y mostrar respeto a la camiseta que lo formó.
El presente en Fortaleza y lo que viene
Actualmente Aristizábal juega en Fortaleza CEIF, club que ascendió a la Liga BetPlay en 2024 y que lo ha tenido como una de sus figuras principales. Lleva 9 anotaciones en lo que va de la temporada, confirmando que está en un momento de madurez futbolística que lo perfila como uno de los atacantes a seguir en el balompié colombiano.
La cesión con Fortaleza está pactada hasta diciembre y a partir de allí se definirá su futuro. Sus declaraciones han alimentado la ilusión de un regreso a Atlético Nacional, algo que dependerá de decisiones deportivas y administrativas. Lo que es seguro es que su rendimiento actual lo está poniendo en el radar de los equipos grandes, tanto en Colombia como en el exterior.
Atlético Nacional, la ilusión intacta
El partido ante Fortaleza sirvió para recordar que Atlético Nacional no solo compite en la cancha, sino que también mantiene vínculos emocionales con figuras que han pasado por sus divisiones menores. Emilio Aristizábal, con un gol y un gesto de respeto, reavivó esa conexión especial que podría transformarse en un regreso soñado en el corto plazo.
El hincha verde salió del estadio con un sabor agridulce: la molestia por el gol recibido, pero también con el orgullo de ver a un hijo de la casa destacarse y confirmar que, tarde o temprano, podría vestir de nuevo la camiseta de Atlético Nacional.