Rodrigo Holgado es el goleador de América de Cali en el semestre y vive su mejor momento desde que llegó al club en 2023, procedente de Coquimbo Unido. Más allá de los goles, detrás de su presente hay dos decisiones personales que marcaron el camino: un cambio de número en su camiseta y una elección firme de quedarse en el equipo cuando tuvo opciones de marcharse.
Hoy, con 8 goles en 16 partidos del semestre y un protagonismo indiscutido, esos gestos cobran sentido. Holgado apostó por mantenerse en el plantel del cuadro americano, reformuló su identidad dentro del equipo y se ganó el lugar que tanto buscaba. Esta es la historia detrás de las decisiones que ahora celebra junto a la hinchada escarlata.
Rodrigo Holgado, goleador de América de Cali y en su mejor campaña
Rodrigo Holgado suma hasta la fecha 54 partidos con la camiseta de América de Cali y 18 goles anotados. En su primer año disputó 38 encuentros y celebró en 10 ocasiones. Su rendimiento fue irregular en cuanto a cifras, pero dejó señales de ser un delantero útil, solidario y con potencia ofensiva.
En el semestre 2025-I alcanzó una racha destacada: 8 goles en 16 partidos, una media de un tanto cada dos juegos. Ha marcado 7 goles en la Liga BetPlay y 1 en la Copa Sudamericana, convirtiéndose en el goleador absoluto del equipo. El tanto más reciente fue nada menos que en el clásico ante Deportivo Cali, un escenario que realzó aún más su aporte.
Ese nivel actual responde a su capacidad como atacante. También a una transformación mental y emocional que comenzó con dos decisiones clave: la fidelidad al club y un nuevo número en la camiseta.
El cambio de dorsal de Rodrigo Holgado: del 9 al 22, con un trasfondo personal
Uno de los primeros gestos de Rodrigo Holgado al iniciar la temporada fue cambiar el número de su camiseta. Dejó el tradicional número 9, símbolo clásico del delantero centro, para usar el 22. La decisión, que puede parecer menor, tuvo un profundo significado personal y familiar para el jugador.
Así lo explicó él mismo en entrevista en Zona Libre de Humo Radio: «Mi familia ya me había dicho. Mi señora me pidió que cambiara el número. Yo ya lo había pensado y cuando llegó Luis Ramos (el atacante peruano que se unió al club como fichaje), le pregunté si quería usar el 9. Creo que también fue una buena decisión porque con el 22 estoy marcando muchos goles y me va muy bien (…). Cambié el 9 porque no quería usarlo más y me trajo suerte. De acá en adelante vamos a seguir con el 22».
La anécdota, lejos de ser una simple historia de superstición, refleja un momento de renovación interna. Un cambio de ciclo. El 22 representa un nuevo comienzo que, en los hechos, está acompañado de su etapa más efectiva en el club.
La decisión de quedarse en América de Cali, explicada por Rodrigo Holgado
El otro gesto que define el presente de Rodrigo Holgado fue su elección de continuar en América de Cali cuando tuvo la opción concreta de marcharse. En el mercado de fichajes reciente, recibió opciones del fútbol chileno, además de un interés avanzado por parte de Atlético Bucaramanga.
Sin embargo, tras analizar la situación con su familia, tomó la decisión de quedarse. El delantero lo explicó con sinceridad: «Una idea era irme de América, tuve la posibilidad de Chile que no se dio, lo de Bucaramanga con mi familia decidimos no ir allá, decidí quedarme y fue la decisión correcta (…) Soy un jugador que se adapta al equipo que tiene. El torneo pasado no hice tantos goles, hubo más desgaste. La llegada de Juanfer Quintero me facilita estar más cerca del arco».
Esa adaptación al entorno y a las nuevas variantes ofensivas del equipo, como el aporte de Juan Fernando Quintero, han hecho de Holgado un delantero mucho más activo en zonas de finalización, lo que explica en parte su crecimiento en cifras.
Más que goles: confianza, continuidad y liderazgo
Rodrigo Holgado no solo ha cambiado de número y reafirmado su compromiso con el club. En el terreno de juego también ha mostrado una evolución en su rol: es un delantero más participativo, con mejor lectura de juego, y que ha logrado capitalizar mejor las oportunidades generadas por el equipo.
Su liderazgo se refleja en su actitud, en la presión alta, en el sacrificio para el grupo y en la forma en que asume los partidos importantes. En este semestre se ha convertido en un futbolista confiable para el cuerpo técnico y una referencia de ataque indiscutible para los hinchas.
La decisión de quedarse en América de Cali y vestir el 22 ha sido más que simbólica. Es el reflejo de un proceso de maduración que hoy da sus frutos en goles y en influencia dentro del plantel.