América de Cali enfrenta semanas clave en su calendario deportivo, tanto en la Liga BetPlay como en la Copa Sudamericana. Pero al margen de lo que suceda en la cancha, otro frente empieza a generar expectativa: el futuro de Polilla Da Silva. El técnico uruguayo confirmó públicamente que su contrato con el club finaliza en un mes, que no ha recibido ninguna propuesta de renovación y que está recibiendo otras ofertas.
Las declaraciones sorprendieron por su sinceridad y por el momento en que se dan. Polilla sigue al mando del equipo, preparando los compromisos que se vienen y dejando en claro que, aunque se siente feliz en Cali, la falta de contacto con la directiva sobre su contrato se mantiene en un momento en que lo buscan de otros equipos. La incertidumbre está planteada, el tiempo corre y la hinchada ya comienza a tomar partido.
Una declaración que abrió el escenario con el DT de América de Cali
En rueda de prensa, Jorge Da Silva fue directo: “Estoy muy tranquilo. Me queda el último mes de contrato, estoy tratando de disfrutarlo al máximo porque estoy en un lugar que quiero mucho. Disfruto del grupo de jugadores que está comprometido, me siento feliz en Cali y quiero terminar de la mejor manera: lograr un título y poder irme con tranquilidad”.
Sin necesidad de dramatizar, el DT dejó claro que su ciclo podría cerrarse en pocas semanas. No hay negociación en curso, no ha habido acercamientos formales, y mientras tanto, otras opciones empiezan a aparecer sobre la mesa. «Están apareciendo algunas ofertas muy interesantes y eso es un tema que debo manejar con mi familia, pero no tengo ningún apuro».
Un vínculo emocional, pero con fecha de vencimiento
Polilla no es un técnico más en América de Cali. Tiene historia con la institución: fue campeón como jugador y es recordado por momentos importantes en el banquillo. Por eso sus palabras no cayeron como cualquier anuncio. Hay afecto, hay compromiso, pero también hay un contrato que está a punto de terminar. En sus declaraciones, el entrenador dejó ver la carga emocional del momento, pero también su disposición a asumir lo que venga con profesionalismo.
Hasta el momento, desde América de Cali no ha habido ninguna comunicación al respecto con él. Ni se desmiente una posible salida ni se confirma que tengan en mente renovar al técnico. Sencillamente se espera el desarrollo de la temporada. El silencio institucional comienza a generar expectativa entre los hinchas, que se preguntan si el club dejará ir a Polilla.
En el entorno del entrenador, dicho por él mismo, ya hay interés de otros equipos. Y aunque el DT ha sido enfático en que su prioridad actual es América de Cali y el final de la campaña con la doble competencia, no cierra la puerta a evaluar propuestas, sobre todo si desde el club no hay señales claras.
Un final abierto en medio de dos competencias
Lo que vuelve más llamativa la situación es el contexto: América de Cali está disputando el cierre del Todos contra Todos de la Liga BetPlay y la fase de grupos de la Copa Sudamericana. Hay aspiraciones vigentes en ambos frentes, y el equipo muestra estabilidad bajo su mando.
Aun así, Polilla no tiene certeza sobre si continuará. Esa dualidad -trabajar comprometido sabiendo que nadie ha hablado de seguir- hace que cada partido pueda vivirse como un posible último paso. No lo dice él, pero se lee entre líneas.
¿Gestión de tiempos o mensaje entre líneas?
Para algunos, que la directiva no se haya pronunciado aún puede interpretarse como una estrategia. Tal vez esperan que se terminen las competencias para tomar decisiones con base en resultados. Para otros, el silencio es una señal clara de que la relación no continuará, más allá de lo que ocurra en lo deportivo.
Y mientras tanto, Da Silva mantiene la serenidad. No reclama, no exige, solo expone la realidad. Lo hace con el mismo perfil bajo que lo ha caracterizado desde su regreso. Pero sus palabras -“estoy recibiendo ofertas”- dejan claro que no esperará eternamente por una llamada que tal vez no llegue.
El reloj ya está corriendo, América de Cali
El contrato de Jorge Da Silva termina en junio y la falta de una oferta formal deja su futuro en suspenso. Mientras tanto, sigue trabajando, planificando, liderando. Pero el final puede estar más cerca de lo que parece, si no hay una reacción oportuna del club.
La historia está abierta, y el desenlace dependerá de una decisión que, por ahora, América de Cali no ha querido tomar en voz alta. ¿Será despedida o continuará el ciclo? La expectativa crece, el calendario avanza y la figura de Polilla se vuelve central en el presente emocional del equipo.