Portilla no se olvida de América de Cali: visita y palabras que emocionan al hincha escarlata

Un futbolista que terminó siendo hincha escarlata, apoyando siempre y desde todos lados

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Llegó a ser capitán del cuadro escarlata | @laporti10

Juan Camilo Portilla, actual jugador de Talleres de Córdoba, volvió a donde fue feliz: la sede de América de Cali, el club con el que brilló entre 2022 y 2023, antes de dar el salto al fútbol argentino. Y su presencia no pasó desapercibida.

En medio de sus vacaciones tras una exigente temporada en Argentina, el mediocampista samario se reencontró con varios de sus excompañeros en Cascajal y compartió un mensaje que tocó fibras en el corazón del hincha escarlata. Con palabras simples y honestas, Portilla dejó en claro que su vínculo con América no terminó con su traspaso.

Juan Camilo Portilla, de nuevo en la sede de América de Cali

No fue una visita oficial ni parte de ningún acto protocolario. Portilla llegó por su cuenta, saludó, se abrazó con quienes compartieron camerino y dejó ver una sonrisa inconfundible. En diálogo con Win Sports, expresó: “Feliz de estar acá visitando a los muchachos, siento que es como mi casa. Pasé momentos muy, muy lindos acá. Siempre que tengo la oportunidad de venir, es lindo pasar a saludar”.

Esas palabras bastaron para que muchos hinchas volvieran a llenar sus redes con comentarios de cariño y agradecimiento. La escena, sencilla y sin luces, caló profundamente en la memoria reciente de la afición, que recuerda a Portilla como un jugador clave en la construcción del equipo de esos años, pieza de equilibrio en la mitad del campo y referente silencioso dentro del camerino.

El paso de Portilla por América de Cali

Juan Camilo Portilla llegó al América de Cali tras un paso destacado por Alianza Petrolera. En el cuadro escarlata se consolidó como titular durante un par de años en los que llegó a disputar 82 partidos en los que se ganó el respeto tanto de los entrenadores como de los hinchas.

Era de esos jugadores que no necesitaban gritar para liderar. Su despliegue, lectura táctica y entrega lo hicieron uno de los más regulares en una etapa de transición para el equipo. Por eso no sorprendió que Talleres de Córdoba, uno de los clubes que mejor trabaja en el fútbol argentino, decidiera ejecutar la cláusula de rescisión a inicios de 2024, pagándole al América cerca de 2 millones de dólares por el 100% de sus derechos.

Lo que siente y lo que sueña Portilla con América de Cali

Más allá de las cifras y contratos, lo que ha quedado claro es el sentido de pertenencia que Portilla tiene por América de Cali. En esa misma entrevista con Win Sports, dejó abierta la puerta a un futuro reencuentro: “Por las amistades que tengo acá todavía y el cariño al equipo, mantengo muy pendiente de los partidos… América de Cali tiene un gran equipo y jugadores de mucha calidad. Esperemos que en un futuro podamos volver”.

Ese “podamos” no es menor. Juan Camilo Portilla no habla solo por él. Se nota que se siente parte del club, que sigue viendo a sus excompañeros como aliados, como hermanos de camiseta. En un fútbol donde los ciclos se cortan cada semestre, escuchar a un jugador referirse así a un club del que ya salió es algo que no pasa inadvertido.

¿Volverá algún día Juan Camilo Portilla a América de Cali?

En Talleres de Córdoba, Portilla ha logrado adaptarse rápidamente. Jugó con regularidad durante el semestre y fue parte importante del mediocampo en una campaña en la que el equipo argentino peleó en todos los frentes. Sin embargo, la visita a Cascajal demuestra que aún hay una parte de su corazón que late al ritmo escarlata.

América de Cali lo vio crecer, consolidarse y proyectarse. Y ahora, desde la distancia, lo ve seguir avanzando. Pero ese lazo emocional no se ha cortado. Al contrario, parece fortalecerse con cada reencuentro. Portilla se fue, sí, pero nunca se fue del todo. ¿Volverá algún día? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, su visita y sus palabras han bastado para recordarle al hincha escarlata que, a veces, los verdaderos vínculos no necesitan contrato ni camiseta puesta para seguir existiendo.