La disculpa más sincera de Jorge Soto y cómo se respondió en América de Cali

Una noche inolvidable en el Pascual Guerrero para el arquero del cuadro escarlata

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Jorge Soto en la Conmebol Sudamericana con América de Cali

La clasificación de América de Cali a los dieciseisavos de final de la Conmebol Sudamericana dejó emociones fuertes, un gol agónico en el último minuto y una historia que se robó todas las miradas: la de Jorge Soto. El arquero del equipo escarlata cometió un error en el momento más crítico del partido, pero lo que vino después fue mucho más grande que la equivocación.

Entre lágrimas, con el alma al borde del colapso, Soto pidió disculpas a sus compañeros y a los hinchas. No lo hizo porque se lo exigieran, sino porque sentía que lo debía. Y entonces pasó algo poderoso: en América de Cali se respondió con empatía, solidaridad y un abrazo colectivo que terminó siendo el símbolo más humano de una noche de fútbol.

El error que cambió el rumbo del partido y el corazón de América de Cali

El duelo ante Racing de Montevideo, decisivo para seguir con vida en la Sudamericana, se jugaba sin margen de error. América necesitaba la victoria y mantenía el 0-0 cuando, en una acción rápida, Jorge Soto trató de sacar el balón desde su área con prontitud. Lo hizo con prisa, sin calcular que un rival estaba cerca. La pelota rebotó en él y el gol uruguayo llegó como un mazazo al minuto 73.

El estadio se congeló. En el rostro de Jorge Soto se notaba el impacto. Sabía lo que significaba ese gol. Por un instante, América estaba fuera del torneo. Y él, con la culpa a cuestas. Sin embargo, lo que parecía una noche amarga cambió de tono gracias a una jugada en tiempo de adición y una respuesta emocional que marcó el espíritu de todo el equipo.

El gol que salvó la noche de América de Cali… y la respuesta de todos con Jorge Soto

El reloj marcaba 90+5 cuando Jean Pestaña, en una de las últimas jugadas del partido, anotó el gol del empate. Fue una explosión en el Pascual Guerrero. América de Cali clasificaba. Lo había logrado. Pero la euforia tuvo una dirección especial: muchos compañeros, incluso antes de celebrar por su cuenta, fueron directamente a abrazar a Jorge Soto.

Las cámaras captaron a un arquero llorando mientras el equipo lo rodeaba. En medio de la presión, el error y la angustia, apareció la verdadera esencia del fútbol: el respaldo colectivo, la familia que se forma en la adversidad y el festejo colectivo por un objetivo cumplido como equipo.

Las palabras de Jorge Soto: sinceras, sentidas, valientes

Luego del partido, Jorge Soto no esquivó la situación. Dio la cara con humildad y se expresó con una sinceridad que conmovió a todos. “Pasé un rato muy amargo y le pido disculpas al grupo y a la hinchada. No me las están pidiendo, pero seguro todos sufrimos por un error personal”, dijo con la voz entrecortada.

Añadió: “Dios nos ayudó en esta, el grupo me respaldó, la hinchada también, pero sin duda pasé un rato muy amargo. No tuve tiempo ni de pensar”. El arquero, que venía de esperar mucho tiempo por una oportunidad como esta, enfrentó uno de los momentos más duros de su carrera… y lo hizo con valentía.

Una noche que deja una lección más allá del resultado

América de Cali avanzó. Se mantiene con vida en la Sudamericana. Y eso ya es motivo de orgullo. Pero lo que más se recordará de esta noche será la forma en que el equipo respondió a un compañero en su momento más vulnerable.

Jorge Soto no fue el villano del partido. Terminó siendo uno de los protagonistas de la noche por la fuerza de su gesto, por la grandeza de sus palabras y porque fue abrazado por todos. Cometió un error, sí, pero respondió con sinceridad y coraje. Y América de Cali respondió con el corazón.