James Rodríguez se dio a conocer en Argentina con Banfield. Allí brilló y sembró las semillas del crac en potencia que tenía Colombia.
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No solo son los logros como el título con Banfield en el 2008 con apenas 18 años, James Rodríguez tenía comportamientos de profesional a una edad tan corta. Eso fue lo que más sorprendió a uno de sus compañeros en ese entonces, Wálter Erviti.
En una entrevista concedida el canal deportivo de ESPN, Erviti señaló los detalles que lo cautivaron y motivaron a pensar que ese joven talentoso lo tenía todo para convertirse en una estrella mundial.
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“James tenía 16 y uno se daba cuenta que era diferente. Pero no por lo que hacía con la pelota, sino porque a esa edad llegaba una hora antes al entrenamiento entrenaba a la par nuestra y luego se quedaba una hora más entrenando lo que él creía que tenía que mejorar”, afirmó.
También hizo un parangón entre lo que era James con los demás futbolistas de esa edad tan joven. No es habitual toparse con jugadores con ese tipo de mentalidad que Erviti encontró en el Colombino, quien luego de brillar con Banfield se fue transferido al FC Porto.
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“Era un chico educado, respetuoso. Escuchaba a sus compañeros. Ya te dabas cuenta de que era diferente. Hoy a un chico de 17, 18 tenés que insistirle para que entre al vestuario, tenés que pedirle por favor que deje el celular, tenés que decirle que se quede un rato más, que no se levante rápido de la mesa, que quiera entrenar, que tenga predisposición. Este chico hacía todo naturalmente, por eso llegó donde llegó”, recordó.
