Un jugador menos (Andrade), expulsado. Deportivo Cali se sobrepuso y con Teófilo Gutiérrez en una gran dimensión sentenció el partido. 3 – 1 sobre Nacional.
Es cierto. No se jugó bonito. Se ganó bien, con jerarquía y corazón. Eso vale. Después el hincha del Cali tendrá tiempo para ver otro tipo de expresión futbolera porque en este tipo de partidos, contra rivales como los de esta noche, era para competir así.
Además, cuenta el factor preponderante de haber desarrollado gran parte del partido con un jugador menos. Es de admirar la manera en que el Cali cubrió la ausencia de Andrade, sin dejar de mirar, así fuera de reojo por momentos, la portería contraria.
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Deportivo Cali tiene viento en su camiseta, motivación extrema. A esos recursos, sumado al valor individual de jugadores como Teófilo Gutiérrez, el equipo fue imponente. Soberbia presentación para llegar a 7 puntos en el Grupo A.
Los goles de la victoria Azucarera fueron de penalti, claro, evidente. Hárold Preciado lo cambió por el 1 – 0. Luego de la expulsión, ellos empataron con Pabón.
Lejos de pensar en un planteo cauteloso, lo del Deportivo Cali fue agresivo. Arriesgó y jugó. Lo ganó de valiente. Con Teófilo Gutiérrez en una expresión sensacional, sus dos anotaciones hicieron inolvidable esta noche Azucarera.
Ahora el Cali tiene el Grupo en su poder. Le quedan tres juegos para revalidar esta condición si desea jugar la final. Ahora debe ir a Medellín contra Nacional.
