Mientras se debate entre construir un nuevo estadio o seguir en el Pascual Guerrero, el equipo adelanta gestiones para conseguir una plaza prestada.
A lo largo de las últimas semanas, uno de los temas que más se ha discutido alrededor del América de Cali, es sobre lo que pasaría con el estadio, puesto que hay dos ideas planteadas sobre la mesa: construir un nuevo escenario deportivo o remodelar el Pascual Guerrero, pero mientras eso pasa, la realidad es que el equipo no tiene dónde jugar.
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Para lo que será el arranque del segundo semestre en la Liga BetPlay, sin conocer todavía de manera oficial cuándo comenzará el campeonato, el equipo no tendrá a disposición el estadio sanfernandino, puesto que durante el mes de julio se estará llevando a cabo la Copa América Femenina allí, junto al Centenario de Armenia y el Alfonso López de Bucaramanga.
Por esta razón, desde las directivas del club están buscando una plaza donde tener los compromisos de local mientras no esté disponible su cancha habitual, gestionando desde ya posibilidades en Palmira o Tuluá. No se conoce todavía una decisión oficial ni los partidos que estarán por fuera en ese tiempo.
Por otro lado, una de las ventajas que tiene esta prohibición, es que de igual manera el equipo tiene dos fechas de suspensión total de la plaza por los incidentes ocurridos en la fecha 19 entre las hinchadas de Deportivo Pasto y América de Cali en el estadio Departamental Libertad, por lo que de igual manera sus hinchas no podrían ir a verlos.
