Fernando Uribe, goleador de Millonarios, con un pie afuera del club. ¿Es tan difícil pensar en una renovación? La verdad, sí.
La versión sobre lo que ha pasado con Uribe y la razón de su casi segura salida del Embajador al final de la temporada fue entregada por Mario Ladino.
Fernando Uribe esperó a Millonarios, siempre con la primera opción de quedarse. Era (o es) su deseo. Quería tener claridad acerca de su permanencia en la institución hace más de un mes. De tiempo atrás se había manejado el tema de un nuevo contrato.
El goleador azul quería seguir con una mejora importante de su salario. Uribe redujo sus pretensiones este año. Ganó menos de lo que un jugador con sus condiciones, goleador, gana. Lo hizo, en parte, por el aprecio que tiene hacia Millonarios.
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Por eso, al momento de analizar la continuidad, el pedido suyo incluía más dinero. Su rendimiento lo avala; además, no hay que mentir aquí. Jugadores con esas capacidades, garantía de anotaciones, pocos.
Pasó el tiempo, dice Ladino, sin respuesta de Millonarios. No hubo nada. Entonces llegaron las ofertas de otros clubes. Una del Junior.
Lo que no es cierto aún es que el jugador ya tenga todo listo, faltándole los exámenes médicos. Fernando ha pedido revisar y tomar una decisión solo cuando termine el campeonato con Millonarios.
Esa a eso lo que se aferra el hincha, expectante porque se logre un acuerdo para seguir. Sin embargo, todo indica que Uribe está más lejos del azul, que de una posible continuidad.