La discusión sobre el aumento en el costo del transporte público en Bogotá volvió a encenderse tras conocerse la propuesta oficial para ajustar la tarifa de TransMilenio y del SITP en 2026. La posibilidad de llevar el pasaje a 3.450 pesos ha generado inquietud en miles de hogares, especialmente en los estratos 1, 2 y 3, que dependen del sistema para sus actividades diarias.
¿De dónde surge el aumento propuesto?
La administración distrital planteó un incremento de 250 pesos frente a la tarifa actual de 3.200 pesos, lo que equivale a un ajuste del 7,8%, por encima del IPC proyectado para el periodo, que ronda el 4,52%. Para distintos sectores, este desbalance podría agravar la presión económica sobre los usuarios y abrir un debate mayor sobre el manejo del déficit operativo del sistema.
El anuncio tomó mayor relevancia tras la exposición de la concejal Heidy Sánchez, quien señaló que el aumento responde a la necesidad de cubrir los recursos del Fondo de Estabilización Tarifaria (FET), sin que se incluyan medidas de alivio para los pasajeros más vulnerables.
Argumentos a favor y en contra del ajuste
Sánchez advirtió que el incremento afectaría más a quienes viajan diariamente desde los estratos populares, muchos de ellos trabajadores informales cuyos presupuestos no soportan aumentos sucesivos en servicios esenciales. Recordó, además, que los estudios técnicos de TransMilenio recomendaban un alza moderada de alrededor de 150 pesos (4,6%), cifra más cercana al comportamiento del costo de vida.
Ese ajuste menor requeriría aproximadamente 3,3 billones de pesos, un monto superior al que contempla el presupuesto, pero que, según la concejal, podría ser asumido por los concesionarios sin trasladar toda la carga al usuario.
Por su parte, el Distrito ha defendido que la propuesta de 250 pesos está ligada a la sostenibilidad del sistema y al cumplimiento del Plan Distrital de Desarrollo, recordando que desde 2025 rige una tarifa unificada de 3.200 pesos para rutas troncales y zonales.
¿Cuánto gastarían los usuarios en 2026?
Para quienes utilizan el sistema dos veces al día, ida y regreso, el aumento tendría el siguiente impacto:
- Costo diario: 6.900 pesos
- Costo semanal (6 días): 41.400 pesos
- Costo mensual aproximado: 165.600 pesos
Esta cifra no contempla trasbordos adicionales ni variaciones en la rutina, por lo que en muchos casos el gasto podría ser superior. En hogares con ingresos limitados, este ajuste ocuparía una parte significativa del presupuesto mensual.
Lo que sigue en el Concejo de Bogotá
El debate continuará en el Concejo de Bogotá, donde se analizarán alternativas para reducir el impacto en los sectores más vulnerables. Entre las opciones que se discutirán están el fortalecimiento de subsidios, la revisión de los esquemas de financiación del FET y una posible redistribución del riesgo financiero entre operadores y administración.
Mientras tanto, la posibilidad de un nuevo aumento mantiene la preocupación entre los usuarios, quienes esperan que las decisiones finales consideren la realidad económica de quienes dependen cada día del transporte público en Bogotá.




