Tomás Ángel no es un número ‘9’

Tener la responsabilidad de ser el ‘9’ de Atlético Nacional no es para cualquiera, es una camiseta demasiado grande y tener la obligación de anotar los goles de un equipo tan grande pesa, y mucho.

Las comparaciones con su padre siempre serán inevitables, mientas Juan Pablo miraba a la tribuna y anotaba tres goles, Tomás se esfuerza y busca sin descanso la posibilidad de anotar un gol, pero no lo logra.

Pero más allá de esa comparación de la cual ‘Tommy’ nunca podrá escapar, la realidad futbolística del atacante juvenil de Nacional es muy discreta.

No todos los goleadores de raza en el fútbol aficionado se convierten en grandes goleadores como profesionales, el fútbol no es una regla de tres.

Cada jugador tiene sus tiempos, algunos explotan antes, otros después, otros nunca.

Si bien es muy pronto para descartar a Tomás como un goleador top a nivel profesional, hay indicios que demuestran que va muy atrasado en su tarea y que además peligra esa esperada realidad.

Con Autuori ha tenido todas las oportunidades y más, sin embargo Ángel no hace goles, y un ‘9’que no hace goles, está en el horno.

La falta de confianza es evidente, un delantero que tenga la oportunidad de encarar en el mano a mano camino al área y que prefiera tirar el balón atrás , se equivoca en su función.

Su mejor presentación de la temporada actual fue jugando en una posición diferente a la de nueve. Jugó como extremo por derecha, con perfil cambiado y disfrutó como nunca frente a Deportivo Pereira. Además marcó doblete.

Tomás es un buen jugador, es disciplinado, serio y trabajador, sin embargo tiene evidentes deficiencias para ocupar la posición de número ‘9’ como profesional.

Su ‘lomo’ es muy chico para enfrentarse a zagueros centrales duros y fuertes. No tiene la armadura suficiente para chocar y marcar diferencia.

Esa falta de potencia y exuberancia física tampoco la suple con habilidad y desequilibrio. Los goleadores que son bajos de estatura y sin gran fortaleza física, suplen estas ausencias con un manejo del área, un ‘timing’, una astucia y un poder de definición superior.

Tomás no tiene el cuerpo de un ‘9’ para el fútbol de hoy, y tampoco tiene el factor viveza, habilidad y ‘timing’ superior para estar en el punto exacto antes de que llegue el central rival.

Para colmo a Dorlan Pabón se le caen los goles al caminar, con 35 años de edad encima. Eso es inexcusable para Tomás. Se trata de que Dorlan aparezca en las fotos de los goles de Nacional abrazando a Tomás y no al contrario.

La comparación durante la pubertad, la adolescencia y los primeros años de juventud fue entre Jhon Jader Durán y Tomás Ángel. Eran los dos grandes proyectos de goleador que venían desde el fútbol aficionado antioqueño para llegar a ser un producto terminado para Colombia y  el mundo.

Hoy la cancha y los goles han decantado esos dos destinos de manera abismal. Mientras Durán es el hombre de los 20 millones de Euros en el club de Ángel en la Premier League y hace parte de la selección Colombia de mayores, con un puesto ganado e indiscutible, a Ángel no le alcanzó ni para un Sudamericano Sub 20.

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Amanecerá y veremos, aún hay tiempo, no está dicha la última palabra. Pero si alguien que le hable al oído a Tomás lo convence de irse al extremo derecho para jugar con perfil cambiado llegando desde la banda, su futuro podría tener muchas más posibilidades.

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