Tuvo cinco sesiones de entrenamiento, dirigió dos partidos y solo sumó un empate. Con él al mando, Atlético Nacional perdió en casa ante Atlético Bucaramanga luego de 17 años de invicto ante este rival en condición de local.
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Lo primero que se puede decir al conocer esos datos es una afirmación: ¡el DT en propiedad debe llegar pronto! Hernán Darío Herrera está ahí de manera temporal y Atlético Nacional no se puede dar tales lujos. Lo único importante que le queda por pelear en el año es la Liga y con él poco (o nada) funcionó en dos partidos.
Cierto, entrenó poco y quedó a cargo de un equipo que él no armó. Hay mucho para quitarle responsabilidades. Pero, ojo, que él sí dirige y en este caso dejó un par de dudas grandes. Ante Atlético Bucaramanga, por ejemplo, se lesionó Raúl Loaiza. Se la jugó por el juvenil Yéiler Goez al que conoce de su paso conjunto por las inferiores, ¡y luego lo sacó!
Estaba jugando bien y quizás se tenían otros jugadores con más argumentos para salir. En este caso prefirió jugar por los de más experiencia. Se falló. El equipo no le respondió. Ni ante Atlético Bucaramanga ni en buena parte ante Jaguares. Se necesita más, mucho más.
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Si Hernán Darío Herrera va a seguir siendo el DT por un tiempo, se debe apropiar más del grupo. Tomar decisiones radicales con jugadores que no están en su más alto rendimiento. Si no, lo mejor para Atlético Nacional es contar enseguida con el DT en propiedad que sí incida fuertemente en el grupo. Este equipo no está funcionando. Se necesitan decisiones de fondo.