No es la Holanda del 74, ni las del 98 o el 2014. No es ese equipo con estrellas en el ataque. Dista de la naranja mecánica.
El suyo es un estilo práctico, de reconocer las bondades del oponente para luego armar un plan que, sustentado en contrarrestar sus flaquezas, lo agrede. Que si el rival domina en posesión, bah. ¡No importa! Lo importante es hacerle daño en el momento justo, con el rigor de un plan ejecutado a la perfección.
De su ausencia en Rusia 2018 a un regreso auspicioso en Qatar 2022. La primera selección clasificada a los cuartos de final es la de Louis Van Gaal. Un DT con pizarra en mano, calculador, con rostro de no gustarle nada. Rígido, seguidor de procesos. Dirían aquí: “un viejo zorro”.
+ Países Bajos y un gol al estilo naranja mecánica
Su mensaje hace eco en los jugadores, mérito invaluable. Que un grupo crea en su líder es un síntoma que refleja lo bien que se trabaja. Porque, al final de cuentas, el laburo nunca traiciona y si algo tiene Países Bajos es eso: Un esfuerzo mancomunado por hacer de este un equipo auténtico. Con valores destacados, desde luego. Lo meritorio aquí es la forma en que han ido superando uno a uno sus rivales.
A Estados Unidos lo invitaron a la casa, le dejaron sentarse en el sillón más cómodo. ¿Algo de tomar? Claro, por supuesto. Lo que usted quiera, menos llegar a las barbas del arco. Y mientras más confiado haga sentir a su rival, más peligroso es.
La táctica del factor sorpresa. El aficionado cree que su equipo está siendo sometido, que es cuestión de minutos para verlo encajar un gol. Luego, de la nada, ataque. Gol de Países Bajos. Después, sensación de empate evaporizada con el 2 – 0.
Que si después descuenta el adversario, producto de su esfuerzo (Estados Unidos no lo hizo mal), disipamos nervios con el tercero. No es más. A guardarse y preparar el siguiente desafío.
