«Con gran tristeza me despido de Javier Acosta, un hombre cuya fortaleza y valentía frente a la adversidad nos dejó una profunda enseñanza», expresó Falcao, reflejando el sentir de muchos que, desde la distancia, han acompañado a Javier en su lucha.
Con gran tristeza me despido de Javier Acosta, un hombre cuya fortaleza y valentía frente a la adversidad nos dejó una profunda enseñanza. Su lucha constante nos inspira a todos a valorar cada momento y a enfrentar con coraje los desafíos de la vida. Mis pensamientos están con su… pic.twitter.com/geH7iBsbWu
— Radamel Falcao (@FALCAO) August 30, 2024
Para Falcao, la historia de Javier es una lección de vida…
En su mensaje recordó que lo sucedido con Javier Acosta nos invita a valorar cada instante y enfrentar con coraje los desafíos. Su lucha constante, llena de dolor y sufrimiento, se convierte en un llamado a no dar por sentado los momentos más simples y a tener siempre presente la fragilidad de la vida. El delantero colombiano, conocido no solo por su habilidad en el campo sino también por su profundo sentido humano, envió un mensaje de consuelo a la familia de Javier, deseándoles paz y fortaleza en estos momentos tan difíciles.
«Mis pensamientos están con su familia y seres queridos en este doloroso momento», continuó Falcao, reflejando el cariño y respeto que sentía por Javier. «Que Dios les brinde la paz y la fortaleza para sobrellevar esta pérdida tan significativa. Envío un abrazo fraternal a todos los que lo acompañaron en su camino», concluyó, mostrando una vez más su cercanía y empatía con quienes han sido tocados por la historia de este hincha valiente.
El mensaje de Falcao resuena profundamente en el corazón de la hinchada de Millonarios, que ha visto cómo un ídolo se acerca con humildad y cariño a uno de los suyos en el momento más doloroso. Javier Acosta, un hincha que luchó con todas sus fuerzas, deja un legado de amor, resistencia y valentía que, sin duda, quedará grabado en la memoria de todos los que conocieron su historia.
En un gesto final, Falcao cierra su mensaje con una bendición: «¡Dios los bendiga!», dejando claro que, aunque Javier ya no esté presente físicamente, su espíritu y su enseñanza permanecerán en los corazones de muchos.