El DIM en la final y la ruda como símbolo de fe: cábala que acompaña a su hinchada

Una curiosidad que se volvió costumbre en la afición del Poderoso durante la Liga BetPlay 2025

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El DIM y su hinchada, unidos con esta curiosidad en la Liga BetPlay

En cada campaña histórica hay detalles que trascienden lo futbolístico. Para el DIM, clasificado de forma anticipada a la gran final de la Liga BetPlay, uno de esos detalles ha sido el protagonismo inusual de una planta: la ruda. Desde las tribunas hasta las calles, la afición del Poderoso la ha llevado consigo como un amuleto de fe, energía y esperanza.

Durante los cuadrangulares, la escena se repitió varias veces: hinchas con ramas de ruda en las manos, pegadas a la ropa, incluso arrojadas al bus del equipo como parte de un ritual. Y en el partido que definía el paso a la final, el gesto se volvió aún más simbólico: la victoria llegó en el minuto 90+3 ante Tolima y el Atanasio explotó en júbilo. La ruda, otra vez, estuvo ahí.

Una creencia entre los hinchas del DIM que florece con cada partido

La ruda es una planta que, desde hace siglos, ha sido asociada con la limpieza de energías negativas y la atracción de la buena suerte. Su uso es común en rituales populares y prácticas espirituales en América Latina. En el caso del DIM, se ha convertido en parte del paisaje que acompaña al equipo en cada presentación como local.

La primera vez que se hizo viral fue en la llegada del bus al estadio Atanasio Girardot, en la previa del juego ante Deportes Tolima. Varios aficionados lanzaron ramas de ruda al paso del vehículo, como una especie de ofrenda simbólica. La imagen circuló en redes sociales y, desde entonces, se convirtió en tendencia entre la hinchada.

La ruda también está en las tribunas del Atanasio cuando juega Independiente Medellín

Durante el partido clave ante Tolima, que terminó con triunfo del Poderoso 2-1 y el paso asegurado a la final, la presencia de la planta fue masiva. Se vio a hinchas llevándola en la mano, sujetándola al pecho, usándola como parte de un collar o incluso ondeándola como una bandera. Fue una escena que combinó superstición, esperanza y pasión.

El gol de Juan David Arizala al minuto 90+3 pareció ser la confirmación de que algo místico acompañaba esa noche. Fue un grito de desahogo que selló la clasificación y dio fuerza a la cábala. Para muchos, no fue casualidad: la ruda había estado presente en cada juego decisivo, y en este, el más importante, también.

El DIM con Alejandro Restrepo como DT, un equipo que volvió a ilusionar

Más allá de lo simbólico, lo cierto es que el DIM ha construido una campaña notable. Clasificó octavo a los cuadrangulares y, contra todos los pronósticos, se impuso con autoridad: 13 puntos en 5 partidos, invicto, con triunfos de peso ante Tolima y Junior, y con un grupo que respondió siempre en los momentos más apretados.

El equipo de Alejandro Restrepo supo combinar trabajo táctico, talento joven y experiencia para llegar a una nueva final. Y lo hizo con el empuje de una hinchada que nunca dejó de creer, que alentó en cada estadio y que encontró en la ruda un símbolo para canalizar su fe.

Una final de Liga BetPlay esperada por la afición del Poderoso… y energizada

Con el boleto asegurado, el DIM espera ahora conocer su rival en la final. Lo que sí tiene claro es que jugará por su séptima estrella con la ilusión de una ciudad que vibra con el fútbol y con la ruda como nuevo emblema emocional. El Atanasio volverá a latir, con cánticos, banderas y, probablemente, ramas verdes ondeando entre la multitud.

La ruda no gana partidos, pero une, emociona y da sentido a la pasión. En tiempos donde el fútbol también se nutre de historias, rituales y símbolos, lo del DIM es un ejemplo perfecto de cómo una planta se convirtió en aliada silenciosa de una hinchada que no deja de soñar.