Uno de los entrenadores que mejores resultados entregó al país al mando de selecciones juveniles, Luis Alfonso Marroquín, falleció a los 72 años.
Famoso formador de jugadores y cultor de una generación valiosa para el balompié nacional a mediados de la década de los 80, cuando León Londoño, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, delegó en él la responsabilidad de dirigir a la selección juvenil.
Entonces, valiéndose de la experiencia y conocimiento que tenía de la selección de Antioquia, la tomó como base del combinado. Luego le agregó varios nombres de prometedoras figuras del balompié local, como por ejemplo John Edison Castaño.
Uno de sus grandes pupilos fue René Higuita, de quien aseguran Marroquín fue importante en su proceso formativo tras ver en el arquero una inmejorable oportunidad de perfeccionar la técnica de jugar más con los pies.
Precisamente, el mayor logro de Luis Alfonso Marroquín fue llevar por primera vez a un combinado juvenil de Colombia a un Mundial de esa categoría. En aquel cuadro nacional estaban, entre otros, Eduardo Niño, John Jairo Tréllez, Orlando ‘Pony’ Maturana, John Edison Castaño, Wilmer Cabrera…
Una vida dedicada al fútbol. En una nota que le hicieron en el diario El Tiempo siempre resaltan la pasión por este deporte. Hincha del Independiente Medellín, jugó y no lo hacía nada mal, pero las lesiones truncaron su sueño vestido de cortos. Sin embargo, con el paso del tiempo se involucró en la dirección técnica.
