Al 10 de la Selección Colombia lo contrataron en los Toffees para que liderara el mediocampo y evidentemente esa ha sido su función. Sin embargo, no es constante. Cuando está en cancha y se asocia, pone su talento a disposición de la estrategia y funciona. Pero cuando desaparece, el plantel también lo siente. Ahora, con las lesiones de varios compañeros vitales en la formación, se ha visto afectado y le cuesta aportar.
Allan era una compañía clave en el medio y hace dos meses que no participa. Dominic Calvert-Lewin atraía las marcas y marcaba goles, pero se lesionó. Algo similar con lo que pasó con Lucas Digne. Y James es el que ha sufrido esas ausencias, porque con los cambios obligados, la mayoría de veces su juego no luce, ni produce.
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Con el volante cucuteño en el campo, el cuadro inglés jugó 16 compromisos en la Premier League, con un saldo de seis triunfos, cuatro empates y seis derrotas. Lo que significa que sumó el 46% de los puntos que disputó. Acá lo grave: sin el mediocampista cafetero, Everton FC compitió en seis partidos, de los que ganó seis y apenas perdió uno. Es decir, consiguió el 84% de las unidades que luchó. ¡Gran diferencia!
Ahí es cuando llegan los cuestionamientos, ya que a James Rodríguez lo llevaron al conjunto británico para brillar, pero no puede ser que brille más por fuera de las convocatorias. Como en la próxima que hasta el momento está en duda su presencia, tras salir con una molestia en el minuto 22 del encuentro del fin de semana y hoy se sabrá su evolución para conocer si integrará el onceno que enfrentará al Manchester City, este miércoles a las 3:15 p.m.
