Gerard Piqué, exjugador del Barcelona y ahora empresario, se encuentra en el centro de una investigación judicial relacionada con la organización de la Supercopa de España en Arabia Saudita. La justicia española está examinando posibles irregularidades en los acuerdos que llevaron a que el torneo se jugara en el país del Golfo, implicando acusaciones de corrupción y lavado de dinero.
La policía española, bajo la dirección de un juez instructor de Majadahonda, ha llevado a cabo varias redadas en las oficinas de la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) y en otras propiedades relacionadas. Estas redadas resultaron en siete arrestos y se centraron en los contratos firmados durante el mandato del expresidente de la Rfef, Luis Rubiales. Rubiales, quien se encuentra actualmente en la República Dominicana, también es objeto de la investigación, pero no ha sido detenido debido a su ausencia del país.
El acuerdo para trasladar la Supercopa de España a Arabia Saudita fue facilitado por la empresa de Piqué, Kosmos, que recibió una comisión de 24 millones de euros por su papel en la negociación. Piqué ha defendido públicamente el acuerdo, afirmando que es totalmente legal y beneficioso para el fútbol español. En una conferencia de prensa en su canal de Twitch, Piqué declaró: «Estoy muy orgulloso de este acuerdo porque es importante para el fútbol español, totalmente legal y, en mi opinión, no hay conflicto de intereses».
La investigación se produce en un contexto de creciente escrutinio sobre la transparencia y la integridad en las operaciones de la Rfef. Las autoridades están investigando si los fondos relacionados con el acuerdo de la Supercopa fueron manejados de manera inapropiada, lo que podría haber llevado a la actual situación de crisis en la federación.