Barcelona está en crisis. El próximo 16 de junio se realizará otra importante Junta de Accionistas para poder revertir una grave situación.
Así lo ha dicho en una larga entrevista a Sport el vicepresidente del área económica del club, Eduard Romeu, seguro de que la situación es reversible y que nada de eso debe prever la conversión del Barcelona en una SAD (Sociedad anónima deportiva).
“El número que más daño hace es el del balance. Fondos propios negativos de 500 millones de euros. Si no hiciéramos nada, a este curso se podrían sumar unos 150 millones de pérdidas. Ya he dicho que 500 millones es lo que necesitamos para salvar al Barcelona”, explicó Romeu.
La situación también es en parte fruto del legado dejado por la dirección de Bartomeu: “La situación es la que es. Viene de la herencia. De las cosas que se han hecho y no se han hecho bien y de las cosas que no se han hecho. Si hablamos del Espai Barça, que es fundamental, tenemos, por ejemplo, tres años con caída de ingresos”.
Entre las posibilidades para aligerar la situación, está la venta de acciones de Barça Licensing y Barça Studios. Sobre este último “tenemos ofertas, pero no nos gustan. Necesitamos trabajar en BLM y los derechos de televisión. Es necesario poner en competencia a los diferentes actores. Por BLM tenemos una oferta de 275 millones de euros. Es una buena oferta si tenemos en cuenta que todo el Barça Corporate estaba valorado en 200 millones de euros, pero eso no nos alcanza. Para conseguir más dinero necesitamos tiempo, que es la gran espada de Damocles que tenemos. Tiempo y paciencia”.
Entre las prioridades está el cierre del ejercicio en curso con un resultado neto positivo: “Después de tres años consecutivos de pérdidas, la situación debe revertirse. Es importante comunicarle al mercado que cuando decimos algo, lo hacemos. Nos dará credibilidad para futuras proyecciones”.
La solución más sencilla hubiera sido aceptar el acuerdo con CVC: “Nos hubiera permitido acabar con el desequilibrio de capital, dado que entre las dos ofertas de CVC, la de LaLiga Impulso y otra que habíamos negociado por separado, había fueron 540 millones.
Dos ofertas vinculantes. Habríamos hecho en un año lo que habíamos planeado hacer en cinco. Nos habríamos puesto de pie en la Asamblea y habríamos triunfado. Pero hubiéramos dejado el club peor de lo que lo encontramos. ¿Por qué debemos pagar una deuda con un interés superior al 10% cuando hemos obtenido una deuda con un interés inferior al 2%?”, concluyó Romeu.