Las búsquedas en internet se colmaron de un nombre: Sebastián Coltescu, el árbitro que protagonizó un episodio de racismo durante el partido del PSG y el Istanbul Basaksehir, en la sexta jornada de la Champions League. Pero, ¿quién es el implicado?
Es un colegiado rumano de 43 años que inició su carrera en 1997 y que obtuvo el aval de la FIFA en 2006. Su trabajo ha estado colmado de polémicas, pues precisamente cuando logró pitar en primera, fue bajado a la segunda división por algunas acusaciones, lo que sumado a algunos problemas personales lo llevó a intentar suicidarse.
En 2008 regresó a desempeñar su rol a la categoría principal de la liga de su país, pero su presencia dentro de las canchas ha sido una lluvia de situaciones turbulentas, que hicieron que el duelo entre el cuadro francés y el turco fuera el último en el que oficiara de manera internacional.
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A pesar de tener tantos altibajos, Coltescu es hoy por hoy el tercer referee rumano con más partidos dirigidos (309). El nacido en Craiova en 1977, es el foco de los medios y de sus colegas, quienes lo critican fuertemente. “Es la pagina más vergonzosa de la historia del arbitraje rumano”, dijo Ion Craciunescu, juez retirado, de 70 años.
Ahora, Sebastián Coltescu está a la espera de la decisión de la UEFA sobre la sanción que acarreará haber llamado “negro” a Demba Ba. Pierre Webó, en cabeza del club de Estambul, levantará la denuncia de lo ocurrido en el choque. Seguramente, el futbolista senegalés también declarará en contra, mucho más después de haberle respondido en cancha con un: “¿por qué tienes que referirte a mí como hombre negro? Nunca lo harías con un hombre blanco”. El Código Disciplinario dicta que por este tipo de fallos hay suspensiones hasta de diez juegos.
