Desde el cuadro escarlata pusieron todo de su parte para poder disputar el clásico. Sin embargo, no fue positiva la respuesta.
El pasado fin de semana la fiesta del fútbol se pausó por las protestas de la hinchada de Atlético Nacional en contra de las directivas de su propio equipo. Estaba programado el partido entre el cuadro verdolaga y América de Cali, esperando que fuera un gran espectáculo, pero al final las cosas se tuvieron que suspender, fijándose nueva fecha a comienzos del mes de mayo.
Desde las directivas de América en todo momento se mostraron solidarios. Pusieron de su parte para aplazar el juego, no pidieron los puntos en escritorio y adicionalmente, colocaron soluciones sobre la mesa. El presidente Mauricio Romero comentó que propuso cambiar las localías de sus partidos, para que el clásico de este semestre se jugara en Cali y el otro semestre volver a Medellín con el ambiente más tranquilo.
Así lo contó a detalle en diálogo con Blu Radio. «Nosotros propusimos en algún momento de manera informal que se cambiara la localía y que en el siguiente semestre se volteara. Es un tema bastante complicado y que se tiene que poner de acuerdo mucha gente. Nos dijeron inicialmente que era muy difícil poder pretender esa situación«.
Lo más complicado de esta propuesta, es que Nacional ya tenía vendida la totalidad de sus entradas, por lo que era dificultar más las cosas pensando a mediano plazo. Cuando América de Cali ha tenido que salir por el país a buscar estadio donde jugar, todos los equipos le dijeron que no a esta propuesta. Era abrir una puerta para el futuro, pero sigue cerrada.
