A partir del 1 de enero de 2026, el sistema de pensión en Colombia empezará a aplicar uno de los cambios más significativos para las mujeres afiliadas: la reducción progresiva del número de semanas requeridas para acceder a la pensión de vejez. Esta modificación hace parte de la implementación de la Ley 2381 de 2024 y responde a un enfoque de equidad que busca reconocer las trayectorias laborales diferenciadas que históricamente han enfrentado las mujeres en el país.
El ajuste será gradual y se extenderá durante una década, permitiendo que cada año disminuya el requisito de semanas hasta llegar a un nuevo umbral en 2036. En paralelo, el sistema incorpora otros elementos clave para 2026, como la oportunidad de traslado entre regímenes, lo que convierte al próximo año en un punto de inflexión para la planeación pensional de millones de afiliadas.
Qué cambia en las semanas de pensión para las mujeres desde 2026
Hasta 2025, las mujeres deben acreditar 1.300 semanas cotizadas para acceder a la pensión de vejez en el régimen público. Con la entrada en vigor del nuevo esquema, este requisito empezará a disminuir de forma escalonada desde 2026.
El primer ajuste fija el nuevo mínimo en 1.250 semanas para las mujeres que cumplan la edad de pensión a partir del 1 de enero de 2026. A partir de ese momento, cada año se reducirá el número de semanas exigidas, siguiendo un calendario previamente definido por la ley, hasta alcanzar 1.000 semanas en 2036.
Este cambio no modifica la edad de pensión, que se mantiene en 57 años para las mujeres, sino que se enfoca exclusivamente en el componente de semanas cotizadas, uno de los principales obstáculos para el acceso efectivo a la pensión.
Calendario gradual de reducción de semanas de pensión hasta 2036
La reducción de semanas no se aplica de forma inmediata ni uniforme para todas las afiliadas, sino que depende del año en el que se cause el derecho pensional. Desde 2026, el requisito disminuirá de manera progresiva, permitiendo que cada cohorte de mujeres enfrente un umbral menor que la anterior.
El esquema parte de 1.250 semanas en 2026 y descenderá de forma anual hasta llegar a 1.000 semanas en 2036. Esto implica que las mujeres que estén próximas a cumplir la edad de pensión deberán revisar con atención el año exacto en el que alcanzan los 57 años, ya que de ello dependerá el número de semanas exigidas para pensionarse.
Este calendario gradual busca dar previsibilidad al sistema y facilitar la planeación financiera tanto para las afiliadas como para la administración del régimen público.
A quiénes beneficia la reducción de semanas de cotización
El principal impacto de esta medida se verá en mujeres con trayectorias laborales interrumpidas, ingresos variables o largos periodos de informalidad. Factores como el trabajo de cuidado no remunerado, la maternidad y la desigualdad en el acceso al empleo formal han hecho que muchas mujeres no alcancen las 1.300 semanas bajo el esquema anterior.
Con la reducción progresiva, aumenta la probabilidad de que más mujeres logren consolidar una pensión de vejez y no dependan exclusivamente de programas asistenciales en la vejez. Además, el nuevo umbral de 1.000 semanas se acerca más a la realidad laboral de amplios sectores femeninos, especialmente en regiones con altos niveles de informalidad.
El papel de Colpensiones en la implementación
La planeación financiera y operativa para aplicar este cambio está siendo liderada por Colpensiones, entidad encargada de administrar el régimen público. Desde 2026, el sistema deberá ajustar sus procesos de reconocimiento de pensiones para aplicar correctamente el número de semanas exigidas según el año de causación del derecho.
Esto implica actualizaciones en los sistemas de información, en los canales de atención y en la orientación a las afiliadas, para evitar errores en la validación de semanas y garantizar que las mujeres accedan al beneficio conforme a la ley.
La oportunidad de traslado: un eje clave hasta julio de 2026
Junto con la reducción de semanas, la Ley 2381 de 2024 estableció un mecanismo excepcional conocido como oportunidad de traslado, contemplado en su Artículo 76. Esta figura estará vigente hasta el 16 de julio de 2026 y permite a los afiliados cambiar de régimen pensional, ya sea de un fondo privado a Colpensiones o en sentido contrario, sin necesidad de acudir a procesos judiciales.
Para las mujeres que están cerca de cumplir la edad de pensión, este mecanismo cobra especial relevancia, ya que les permite evaluar en qué régimen les resulta más favorable pensionarse, teniendo en cuenta el nuevo número de semanas exigidas, su historial laboral y el monto esperado de la mesada.
Qué deben tener en cuenta las mujeres que planean pensionarse desde 2026 en Colombia
Las mujeres que proyectan su pensión a partir de 2026 deberán revisar tres elementos clave: el año en el que cumplen 57 años, el número de semanas acumuladas y el régimen en el que se encuentran afiliadas. La combinación de estos factores determinará si cumplen el nuevo requisito y si les conviene explorar la oportunidad de traslado.
Este escenario convierte a 2026 en un año decisivo para la planeación pensional, especialmente para quienes están en la recta final de su vida laboral y buscan asegurar el acceso a una pensión de vejez bajo las nuevas reglas del sistema en Colombia.




