FOTO: INDEPENDIENTE MEDELLÍN

La eliminación en el clásico paisa fue el cierre de un amargo año para el DIM



Lograr un triunfo insuficiente ante Atlético Nacional fue lo último del DIM en 2024. Cayó eliminado de la Copa BetPlay, cerrando un año sin coronaciones, ni finales ni figuraciones relevantes.

Los clásicos de la semifinal de Copa pasaron a ser la última esperanza de alcanzar un título en el año. Se perdió uno, se ganó el otro y el marcador global dejó al equipo afuera, reflejando las dificultades que acompañaron al equipo a lo largo de la temporada: falta de contundencia y una defensa que no logró imponerse en los momentos clave.

2024, un año complicado para el DIM en todos los frentes

En la Liga BetPlay, no logró clasificarse a cuadrangulares semifinales en ninguno de los semestres. En el primero, con Alfredo Arias como DT, quedó noveno y afuera por la diferencia de gol con el octavo; y en el segundo, con el entrenador uruguayo en 5 fechas y Alejandro Restrepo en 14, volvió a ser noveno, ahora con un punto menos que el octavo (Deportivo Pasto).

En el ámbito internacional, jugó la Conmebol Sudamericana eliminando a Deportes Tolima en la primera fase. También superó la de grupos en la que enfrentó a César Vallejo, Defensa y Justicia y Always Ready, con Arias como DT. Luego, con Restrepo, superó a Palestino y cayó eliminado en cuartos de final ante Lanús en una serie que se definió en el Atanasio Girardot.

Y lo último, en Copa BetPlay, lo vivió eliminando a Junior y Boyacá Chicó a través de la definición por penaltis, superando la polémica derrota en el escritorio ante el segundo de ellos. Y en la semifinal, perdió el mano a mano con Atlético Nacional. Cayó 2-0 en el primer clásico y el segundo lo ganó por 1-0, cerrando un ciclo sin logros y dejando a la hinchada con más preguntas que respuestas.

Pese a las expectativas generadas con el arribo de Alejandro Restrepo por su estilo de juego y sus logros anteriores, el DIM no tuvo el protagonismo que la institución exige. Las constantes irregularidades y los fallos en momentos decisivos terminaron marcando su gestión, dejando un balance que dista mucho de lo esperado. Para un club con su historia y tradición, un año sin títulos y sin clasificaciones importantes no puede ser la norma. El reto ahora será convertir la frustración en motivación y construir un proyecto que devuelva al Poderoso al lugar que merece.

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