La Ley 2466 de 2025, conocida como la nueva reforma laboral, transformó el panorama de las relaciones laborales en Colombia. Esta norma establece medidas más estrictas para proteger los derechos de los trabajadores, especialmente en situaciones de vulnerabilidad o afectaciones de salud.
Entre sus principales disposiciones, la ley fija indemnizaciones más altas para los despidos sin causa justificada y sanciones más severas contra los actos de discriminación laboral, obligando a las empresas a obtener autorización previa del Ministerio del Trabajo antes de desvincular a un empleado por razones médicas o personales.
Despido prohibido por problemas de salud mental
En Colombia, los empleadores no pueden despedir a trabajadores diagnosticados con ansiedad o depresión sin el permiso del Ministerio del Trabajo. Esta medida, reafirmada por la Ley 2466 de 2025, se apoya en la Sentencia T-949 de 2013 de la Corte Constitucional, que reconoció la salud mental como una condición protegida dentro del ámbito laboral.
El objetivo es evitar despidos discriminatorios y fomentar ambientes de trabajo saludables. Diversos especialistas en derecho laboral y psicología organizacional coinciden en que factores como el estrés, la sobrecarga de tareas o el acoso laboral pueden desencadenar crisis emocionales, y despedir a un trabajador bajo estas condiciones puede constituir una violación a los derechos humanos.
Además, la reforma amplía esta protección incluso para los trabajadores de plataformas tecnológicas, como repartidores o domiciliarios, que ahora también están cubiertos por las garantías de estabilidad laboral reforzada.
Indemnizaciones más altas por despido sin justa causa
Con la Ley 2466 de 2025, las indemnizaciones por despido injustificado aumentan de forma considerable, sobre todo en los contratos a término indefinido. La norma establece:
- 45 días de salario por el primer año de trabajo.
- 15 días adicionales por cada año hasta los cinco años de servicio.
- 20 días más por cada año adicional cuando el trabajador supera los cinco años.
Un despido sin justa causa ocurre cuando el empleador finaliza el contrato sin un motivo legal comprobado. En estos casos, la empresa está obligada a compensar económicamente al trabajador según su antigüedad, tipo de contrato y nivel salarial, conforme al Código Sustantivo del Trabajo y la nueva legislación.
Casos en los que el despido está prohibido
La normativa no elimina la figura del despido sin justa causa, pero sí refuerza los escenarios en los que este se considera prohibido o discriminatorio. No se puede despedir a un trabajador en las siguientes circunstancias sin el procedimiento legal correspondiente:
- Durante el embarazo o la licencia de maternidad/paternidad.
- Cuando el empleado presenta incapacidad médica vigente.
- Si existe un diagnóstico clínico de depresión, ansiedad u otra patología mental reconocida.
El Ministerio del Trabajo ha reiterado que estas medidas fortalecen la justicia laboral y amparan a quienes atraviesan condiciones de salud o vulnerabilidad emocional, garantizando su derecho a la estabilidad en el empleo y a una protección integral dentro de su entorno laboral.