El programa SNAP que ayuda a millones de familias a comprar comida cada mes sigue activo y repartiendo pagos en abril. Y no, no es que se haya retrasado. Es simplemente que en algunos estados la distribución del dinero se hace poco a poco, casi a cuentagotas. No por capricho, claro.
Funciona así porque hay lugares donde hay tantísima gente inscrita que, si se hiciera todo de golpe, el sistema colapsaría. Imagínate si todos fueran a cobrar a la vez. Sería un caos. Por eso, en estados como Texas o Florida, se extienden los pagos durante casi todo el mes. Desde el día 1 hasta el 28, más o menos. En cambio, en otros sitios donde hay menos usuarios del SNAP, como puede ser Delaware o Luisiana, todo termina antes. A veces sobre el 23 ya han acabado.
Las tarjetas EBT y los cheques de SNAP en abril
Lo que mucha gente todavía no sabe del todo es cómo se usa el SNAP. La ayuda no llega en forma de cheque físico (al menos no normalmente). Se entrega a través de una tarjeta EBT, que a efectos prácticos es como una tarjeta de débito. Vas al supermercado, pasas la tarjeta y pagas. Así de fácil, aunque no se puede comprar cualquier cosa.
La tarjeta sirve para comida. Y comida significa alimentos como carne, verdura, fruta, pan, leche… Lo habitual, lo que cualquier persona mete en la cesta cuando va a hacer la compra de la semana. Incluso puedes comprar semillas o plantas si vas a cultivar algo tú mismo. Lo que no entra, eso sí, son cosas como alcohol, tabaco, productos de limpieza o alimentos preparados para comer directamente en el sitio.
No vale eso de coger una pizza caliente del mostrador y pensar que entra. Pues no. Tampoco medicamentos ni suplementos alimenticios. Está muy pensado para cubrir lo básico y poco más.
Estos son los importes que puedes cobrar de SNAP
Aquí no hay una cifra mágica que se aplique a todos por igual. El importe que llega depende del número de personas que viven en la casa. Cuantas más bocas que alimentar, mayor será el apoyo. Por ejemplo, una sola persona podría recibir hasta $292. Si en casa viven ocho personas, entonces el cheque puede alcanzar los $1,756.
Y si hay más, pues la cantidad sube un poquito por cada miembro adicional. Todo esto, eso sí, vale para los 48 estados continentales más Washington D. C. En Alaska y Hawái las reglas cambian, porque allí la vida es más cara y el sistema lo tiene en cuenta.
Puede que estés leyendo esto y aún no hayas recibido el pago de abril. Tranquilo. Lo primero es revisar el calendario de pagos de tu estado. Cada uno va a su ritmo y no es raro que haya algunos días de diferencia. Si ves que ha pasado el plazo que te toca, lo mejor es contactar directamente con la oficina del SNAP en tu zona. Ahí podrán decirte qué pasa, si falta algún dato o si hay algo que revisar.
Cosas que pueden influir en tus cheques de SNAP
También es importante estar al tanto de cualquier cambio personal. Si te mudas, si cambian tus ingresos, si alguien entra o sale del hogar… todo eso hay que avisarlo. Porque, aunque parezcan detalles pequeños, pueden afectar a lo que recibes o incluso a si sigues cumpliendo los requisitos.
El SNAP es más que una ayuda puntual. Para mucha gente, es lo que marca la diferencia entre llegar o no llegar a fin de mes. A veces no se trata de caprichos, sino de elegir entre pagar la electricidad o comprar comida. Así de crudo. Por eso, mantener el acceso a esta ayuda implica un mínimo de responsabilidad. Hay que cumplir con los requisitos, seguir informado y, sobre todo, usar bien lo que se recibe.
