Cuando Colombia ha estado en los álbumes Panini


Llenar el álbum Panini del mundial es una tradición tan especial, que adquiere mucho valor, simbólico y hasta monetario, cuando en esas páginas aparecía la Selección Colombia. Un agregado que magnifica la gesta de conseguir el álbum e ir paulatinamente llenándolo, al ritmo que considere y con los recursos que disponga.

Dentro de esa costumbre tan sana, tan llena de recuerdos imborrables, de anécdotas en compañía de personas muy allegadas a nosotros (es un generador de lazos familiares) y jornadas dedicadas a intercambiar las repetidas, especial atención ocupan los álbumes que tuvieron a la Selección Colombia. No es lo mismo, nunca será ni siquiera parecido, llenarlo sin la Tricolor, que con la presencia del combinado nacional.

Ese detalle, expuesto ante la comunidad más futbolera del país, es triste, cuando menos trágico. Estallan los lamentos. Se extrañan las bellas épocas. Un síntoma inequívoco de la desazón que causa no tener a Colombia en Catar 2022, de todo lo que cobija al denominado guayabo mundialista.

Colombia en el Mundial Panini de 1990

A la copa del mundo en Italia se asistió con un once de poco nombre y bastante fútbol. Mucho dio de qué hablar esa generación. Un equipo de época, al que se le atribuye como gran logro en posicionar a nuestro país como una nación con el suficiente talento para codearse con algún encopetado. Otros, más ilusos, se creyeron la historia de candidato al título en 1994, tema que da para otro lamento. Pero ahora, en este contexto de láminas, sobres y álbumes, llamemos la atención sobre las monas del Panini.

Mientras que a Camerún (la pesadilla tricolor en aquella copa), Corea del Sur, Emiratos, Egipto, y Costa Rica les dieron una página con las famosas láminas de 2 fotos, Colombia tuvo más campo: 2 hojas. Un merecido lugar.

René Higuita, Eduardo Niño, Gildardo Gómez, Andrés Escobar, Luis Carlos Perea, Carlos Mario Hoyos, León Fernando Villa, Alexis Mendoza, Gabriel Jaime Gómez, Ricardo Pérez, Leonel Álvarez, Bernardo Redín, Carlos Valderrama, Luis Alfonso Fajardo, Arnoldo Iguarán, Rubén Darío Hernández y John Jairo Tréllez estuvieron en el álbum.

De ellos, Tréllez al final no hizo parte del listado definitivo, en el cual sí aparecieron hombres como Luis Fernando Herrera, Miguel Guerrero, Geovanis Cassiani y Freddy Rincón, este último autor del gol contra Alemania, top al momento de recordar las grandes conquistas mundialistas de la Tricolor.

Colombia en el álbum Panini de Estados Unidos 1994

Un Mundial triste. Ojalá hubiese sido solo por lo deportivo. Las consecuencias de una eliminación abrupta, del no ser tolerantes. La vida de un jugador por un autogol. El Panini de aquella edición debe ser uno de los más recordados porque la previa a este campeonato del mundo tenía a Colombia en un pedestal ganado a punta de buen juego. Que los integrantes del equipo y varias personas hubiesen caído en excesos de confianza, lo mismo con miles de aficionados, fue algo inmanejable.

Ese álbum tuvo a Colombia en sus primeras páginas, como integrante del Grupo A. De nuevo, otra curiosidad. Por segunda vez, como uno de esos chascarrillos llenos de ironía sujetos a todo tipo de bullinyg despiadado, la Turbina Tréllez figuró en el Panini de 1994, pero no hizo parte del listado oficial entregado a la FIFA.

Gustaba en ese tipo de álbumes la información que uno podía obtener sobre cada jugador. El lujo de llenarlo era también un placer glotón para el buen futbolero por conocer cuánto medía determinado futbolista, en qué equipo estaba, su lugar y fecha de nacimiento y hasta su peso. Se Podían pasar horas revisando el cúmulo estadístico de tan increíble material gráfico. Una reliquia.

Colombia en el Álbum Panini de 1998

Un detalle único que tenían los álbumes de esa época era sentir que en su realización los encargados de Panini desde lo audiovisual se tomaran todo el esfuerzo en sacar las fotografías. El de Francia 1998 siguió la bella costumbre. Además, una característica, rasgo imposible de soslayar en esta pieza de colección futbolera, era la información que había sobre la forma en que las selecciones se clasificaron, sus resultados previos. Otro punto a favor, que hacía aún más especial el proceso para llenarlo.

Cada álbum mundialista trae su anécdota. Por ejemplo, para el de Catar 2022 en Argentina lo que bien puede considerarse como un simple pasatiempo, fiebre de una época, derivó en asunto de estado. El gobierno de ese país tuvo que validar ante Panini que llegaría el suficiente material (álbumes y láminas). Había crisis por desabastecimiento de láminas. Fue tema de primer orden entre los popes de una nación con un fanatismo especial.

Pues bien, con el de Francia 1998 la historia tuvo que ver con la Selección de Irán. Las láminas más difíciles de conseguir, las de mayor cotización al menudeo. El álbum de 1998 se podía llenar hasta el escudo de este seleccionado.

Luego Panini explicó que la ausencia de esas láminas en los sobres se debía a una malograda negociación por derechos de imagen. Hubo una venta limitada de las mismas y Colombia fue una de las pocas naciones donde llegó el material. Quien quisiera llenar el álbum con los jugadores de Irán debía comprar todas las láminas que se vendían en una sola tira. $4.000 pesos de la época costaba tenerlas.

Las láminas de Colombia generaron su expectativa habitual, sin descollar al nivel de hace 4 años. Era una generación en decadencia, con jugadores a quienes se les acababan sus créditos en la Tricolor. A partir de allí los colombianos esperamos tres mundiales para volver a sentir esa dicha de ver al equipo nacional en un álbum Panini.

Colombia en el Mundial de Brasil 2014

Un álbum muy bien logrado, de especial expectativa y de los que más furor causó entre los aficionados colombiano fue este del año 2014. Colombia se clasificó con muchísimos honores, tenía un plantel de gran condición, con todo y que Falcao fue una baja lamentable por aquella delicada lesión en la rodilla.

Desde lo estético, en este álbum el impreso, sin las láminas, tenía solo los números. La información de los jugadores (posición, club y demás datos) estaba en las láminas. Muy bien trabajadas, este aspecto vale la pena consignarlo.

Propio de una época muy tecnológica, una de las grandes novedades en este álbum fue la posibilidad de llenarlo en forma virtual. Las láminas especiales venían con códigos al respaldo para descargar imágenes del álbum virtual.

$4.000 era el costo del álbum y $120.000 el valor de la caja que traía 100 sobres. Cada sobre contenía cinco láminas.

Colombia en el Mundial de Rusia 2018

Grata experiencia desde lo futbolístico. De nuevo se avanzó de ronda, pero solo hasta octavos de final, donde la serie de los penaltis contra Inglaterra privó al equipo de un avance significativo. En medio de todo, este álbum fue interesante. Láminas con los afiches oficiales de cada sede, la costumbre ya instalada de la versión digital.

Los datos, común denominador en este siglo, se tomaron el álbum Panini de 2018. Una lámina le daba la información sobre el jugador así: Año del debut, estatura, peso, fecha de nacimiento, club donde juega y para la posición se impuso la tendencia de los colores: Morado para los arqueros, los defensas de rojo, el naranja pertenecía a los volantes y el verde en los delanteros.

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